El extenso prontuario del hombre que asesinó al repartidor en Moreno

Luis Benjamín Benítez, señalado como el asesino del repartido Lucas Aguilar, ha construido un historial delictivo marcado por robos, encarcelamientos y reincidencias. Su última acción violenta ocurrió en Moreno, donde asesinó con un cuchillo de carnicero a un repartidor, pero sus antecedentes se remontan a 2006.

El primer registro en su prontuario data del 3 de marzo de aquel año, cuando fue imputado por robo calificado en poblado y en banda. Con el tiempo, acumuló más detenciones: el 21 de mayo de 2009, por tentativa de robo; el 17 de julio, por robo simple; el 17 de septiembre, por otro intento de robo; y el 22 de octubre, por un nuevo caso de robo calificado.

Tras cumplir parte de su condena en la unidad penitenciaria 43 de Florencio Varela, recuperó la libertad el 4 de junio de 2013. Sin embargo, apenas seis días después, fue arrestado nuevamente por tentativa de robo agravado.

Su historial continuó: el 24 de junio de 2015 enfrentó una imputación por daño, y el 17 de febrero de 2017 quedó detenido por tentativa de homicidio, el delito más grave en su expediente hasta ese momento. En los últimos años, sumó más incidentes, incluyendo una detención el 25 de abril de 2022 por tentativa de robo y otra el 20 de enero de este año, apenas diez días antes del crimen del repartidor en Moreno.

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El ataque ocurrió el jueves en la intersección de España y Bartolomé Mitre, en Moreno, minutos antes de las 19. Según las investigaciones, Benítez, de 38 años, primero atacó a Leonardo Ernesto Merollo, un vendedor ambulante de 32 años, apuñalándolo en el tórax y el abdomen.

Intentó escapar, pero fue perseguido por varias personas, entre ellas Lucas Aguilar, un repartidor de 20 años. Cuando Aguilar intentó detenerlo, Benítez lo apuñaló en el pecho. El joven fue trasladado de urgencia a un hospital, donde los médicos intentaron salvarle la vida, pero falleció a causa de las heridas. En tanto, el vendedor ambulante permanece hospitalizado en estado crítico.

Alertados por testigos, agentes de la Unidad de Policía de Prevención Local de Moreno lograron interceptar al agresor cerca de la Plaza San Martín. Lo redujeron y le secuestraron el arma homicida, un cuchillo tipo carnicero.

El caso está siendo investigado por el fiscal Federico Soñora, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 4 de Moreno, quien confirmó que Benítez quedó detenido e imputado por ambos ataques.

"Lo teníamos preso y la Justicia lo liberó", expresó con indignación una fuente consultada por Infobae, en referencia a los reiterados antecedentes del agresor.

En una coincidencia trágica, Lucas Aguilar había aparecido en televisión pocas horas antes de su asesinato, en un informe del canal C5N sobre la inseguridad en Moreno. Durante la entrevista, el joven advirtió sobre la situación en la zona y se refirió al caso del policía que, el miércoles por la noche, abatió a un motochorro e hirió a su cómplice durante un intento de robo.

"Vive pasando porque la zona está re liberada", denunció el repartidor, tras ser consultado sobre la frecuencia de los robos de motos en la ciudad. También contó que llevaba dos años trabajando con su motocicleta y que, en ese tiempo, intentaron robársela al menos cinco veces.

Además, relató que en un ataque previo estuvo cerca de perder un ojo. "Casi pierdo el ojo, me abrieron todo acá", dijo, señalando su párpado derecho.

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Detalló que, en esa ocasión, lo abordaron dos delincuentes y, al ver que no estaban armados, intentó defenderse. "Me quisieron robar la moto y como vi que no tenían nada, me les tiré encima y me dieron entre los dos", recordó.

Agregó que los ladrones solo le quitaron el poco dinero en efectivo que llevaba. "Piensan que vas manejando efectivo, pero el único efectivo que manejamos son 10 mil pesos, nada más", explicó.

Este viernes, vecinos y comerciantes de Moreno realizaron una protesta frente a la Municipalidad para exigir más seguridad y justicia por el asesinato de Lucas.

La manifestación derivó en disturbios cuando algunos asistentes comenzaron a arrojar piedras y romper vidrios del edificio. También atacaron a la policía con neumáticos y conos, lo que llevó a los efectivos a responder con balas de goma. En medio del caos, algunos vecinos comenzaron a pelearse entre sí y, finalmente, al menos 15 manifestantes fueron detenidos.