El Gobierno le dio un ultimátum a los gremios de Aerolíneas Argentinas y amenazó cerrar la empresa

En un clima de creciente tensión entre el Gobierno y los sindicatos aeronáuticos, la administración de Javier Milei tomó una decisión contundente al asegurar que le dio un ultimátum a los gremios de Aerolíneas Argentinas. Fuentes oficiales confirmaron que el Ejecutivo les advirtió a los sindicatos que, si no cesan con las medidas de fuerza, procederán al cierre de la aerolínea estatal.

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"Le dimos plazo hasta el viernes para que presenten una propuesta que termine con los conflictos y permita retomar la normalidad en las operaciones", expresó un funcionario cercano al presidente. El Gobierno dejó en claro que, si la propuesta de los gremios no es satisfactoria para la gestión de Milei, se activará el Plan Preventivo de Crisis, lo que podría desembocar en el cierre definitivo de Aerolíneas.

La amenaza de cierre de la empresa se da en un contexto de constantes protestas dentro del sector aeronáutico. El paro sorpresivo de Intercargo, una de las principales empresas de servicios aeroportuarios, fue el detonante de nuevas movilizaciones que afectaron gravemente la operativa en Aeroparque y Ezeiza. El paro fue desatado por el despido de un trabajador de la empresa y derivó en la retención de pasajeros dentro de aviones de otras compañías privadas, lo que desató un fuerte malestar en el Ejecutivo.

La decisión ocurrió en medio de otro día de protestas en Aeroparque y Ezeiza tras el paro sorpresivo de Intercargo.

Flybondi, una de las aerolíneas privadas afectadas, informó que debido a las protestas en Aeroparque, se vio obligada a cancelar ocho vuelos, afectando a más de 1.300 pasajeros. Además, otros cuatro vuelos fueron demorados, lo que impactó a más de 600 personas. Este caos en los aeropuertos generó que el Ministerio de Seguridad denunciara a los responsables de los paros de Intercargo y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) por los presuntos delitos de privación ilegítima de la libertad, extorsión y entorpecimiento del transporte aéreo.

En su denuncia, el Ministerio detalló que más de 900 personas quedaron atrapadas dentro de seis aviones en Aeroparque, y otras 1.300 se vieron afectadas en vuelos retenidos en Ezeiza, lo que generó un "grave perjuicio" tanto a los pasajeros como a la operativa aeroportuaria en general.

Este conflicto se enmarca en una disputa más amplia entre los gremios aeronáuticos y la administración de Milei, quien ya ha anunciado su intención de avanzar con la privatización de Aerolíneas Argentinas. El presidente justificó la medida en las graves pérdidas económicas que enfrenta la aerolínea estatal, una postura que ha sido respaldada por sectores del PRO, el MID y una parte de la UCR en el Congreso.

El oficialismo consiguió recientemente un dictamen favorable para avanzar con el proceso de privatización en el Parlamento, lo que aumentó la resistencia de los gremios que ven en esta medida una amenaza directa a sus puestos de trabajo y condiciones laborales.

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El paro de Intercargo no fue el único incidente que afectó la operativa en los aeropuertos en las últimas semanas. Los gremios aeronáuticos, especialmente la Asociación Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), han intensificado las medidas de fuerza en respuesta a las políticas del Gobierno. El lunes pasado, los pilotos realizaron un paro en los centros de formación y entrenamiento de pilotos (Cefepra), lo que impidió la actualización de licencias semestrales, lo que resultó en la baja de pilotos y, en consecuencia, la cancelación de vuelos internacionales. También hubo suspensiones de vuelos nacionales, lo que provocó una reubicación masiva de pasajeros en vuelos de aerolíneas privadas.

Este panorama de inestabilidad llevó a Aerolíneas Argentinas a suspender las negociaciones salariales con los sindicatos, que habían sido retomadas en las últimas semanas. La empresa había intentado llegar a un acuerdo con los gremios, pero la situación sigue siendo crítica.

Ante este panorama, el Gobierno no ha mostrado señales de retroceder en su postura. La amenaza de cierre de Aerolíneas Argentinas refleja la voluntad del Ejecutivo de imponer su agenda económica, sin ceder ante las presiones sindicales. Sin embargo, los gremios, por su parte, ya han advertido que no se rendirán fácilmente, y las medidas de fuerza podrían continuar o incluso escalar en los próximos días.

El futuro de Aerolíneas Argentinas está ahora en manos de los sindicatos, que tienen hasta el viernes para presentar una propuesta que ponga fin a los paros y permita la reanudación de las operaciones con normalidad. Si no se alcanza un acuerdo, el Gobierno no descartaría poner en marcha el Plan Preventivo de Crisis, lo que podría marcar el comienzo del fin de la aerolínea estatal.