El lado B del verano: los bonaerenses que no se van de vacaciones

El comienzo de un nuevo año también significa el comienzo de nuevas aventuras, nuevas metas y nuevos desafíos. Pero también se refiere a las vacaciones de verano: playa, sol, reposera, pileta, malla y lentes de sol. Sin embargo, este escenario que anteriormente era moneda corriente, en los últimos años la clase media y la clase baja han pagado muy alto los costos de la inflación y sus nuevos presupuestos debieron ajustarse. Esto hizo que las vacaciones dejaran de ser un habitué para convertirse en un lujo que cada vez menos gente puede disfrutar.

Frente a este escenario tan desolador nos preguntamos, ¿Qué hacen los vecinos del conurbano que no se van de vacaciones? En este informe buscaremos descubrir y exponer las realidades de numerosos bonaerenses a través de sus testimonios sobre la realidad a la que tienen que enfrentarse en este verano 2025 en el que las vacaciones no son una opción.

Francisco Di Luciano vive en La Matanza y perdió a su hijo hace más de ocho meses en el boliche Woodstock, San Justo, está desempleado y cuenta el crudo panorama al que se enfrenta este verano siendo el primero que transita sin su hijo: 'la palabra vacaciones no existe este año', sostiene.

'Este verano es muy difícil, es imposible pensar en ir a la playa. En primer lugar porque anímicamente no estamos listos por todo lo que pasó con mi nene, sería inimaginable estar en la playa patas para arriba mientras falta mi hijo y hay uno de los asesino que está libre. Después está el tema económico. Después de semejante tragedia no estoy trabajando. La única alternativa que encontré es quedarme en casa leyendo algo y estando atento a los avances de la causa. También me distraigo viendo algo de tele pero no mucho más que eso. La palabra vacaciones no existe este año para nosotros, ni anímicamente ni económicamente es algo que podamos afrontar', lamenta Francisco.