14/01/2025
Las candidaturas llevan meses en la Cámara alta y se mantiene la incertidumbre. Las señales de Unión por la Patria y la postura de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Escuchar artículoEl Senado de la Nación se consolidó como el principal obstáculo para el avance de las iniciativas del presidente Javier Milei, rechazando en su última sesión decretos clave del Ejecutivo, entre ellos el DNU 70/2023, que impulsaba la desregulación económica, y el DNU 656/2024, que otorgaba mayores fondos a la Secretaría de Inteligencia. Además, la Cámara alta introdujo modificaciones a la ley Bases y estableció nuevas condiciones para la designación de jueces en la Corte Suprema.
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En este contexto, el bloque de Unión por la Patria (UxP), compuesto por 34 senadores, se ha posicionado como un espacio fundamental para la construcción de mayorías o para bloquear las propuestas del oficialismo. Este escenario se vuelve aún más relevante ante el inminente tratamiento de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, candidatos del presidente Milei para ocupar los vacíos en la Corte Suprema.
De acuerdo con la Constitución Nacional, el presidente tiene la facultad de designar a los magistrados de la Corte con el acuerdo de dos tercios de los senadores presentes. Este umbral exige acuerdos previos entre los bloques, particularmente entre La Libertad Avanza y Unión por la Patria, o incluso entre el presidente y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Si todos los senadores concurrieran a la sesión, serían necesarios al menos 48 votos a favor para aprobar los nombramientos, una cifra que está lejos de alcanzarse con los seis senadores de la bancada libertaria, que además enfrentan la resistencia del PRO, particularmente en lo que respecta al pliego de Lijo.
Las candidaturas llevan meses en la Cámara alta y se mantiene la incertidumbre. Las señales de Unión por la Patria y la postura de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
En la Comisión de Acuerdos del Senado, que preside Guadalupe Tagliaferri (PRO), ya se están firmando los despachos de los pliegos. El de Lijo cuenta con el respaldo de varios senadores de diferentes espacios, incluyendo a miembros de La Libertad Avanza, el PRO y Unión por la Patria. Por otro lado, el pliego de García Mansilla, actual decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, ha recibido menos apoyo, con solo seis firmas hasta el momento. Desde el gobierno buscan que ambos pliegos sean tratados conjuntamente, pero esto dependerá de las negociaciones en el Senado.
El apoyo de Unión por la Patria al pliego de Lijo ha sido interpretado como un mensaje claro al Ejecutivo: cualquier avance en la designación de jueces de la Corte dependerá del respaldo del kirchnerismo. De hecho, un senador libertario advirtió, en reserva, que si la Casa Rosada no retira la candidatura de García Mansilla, podría considerarse la ampliación de la Corte Suprema, una propuesta que aún se encuentra en discusión en los pasillos del Senado, pero que requiere el aval del Ejecutivo para su tratamiento.
El tema de la ampliación de la Corte también ha cobrado relevancia por los reclamos de diversos bloques, como el de Unión por la Patria y la UCR, que han sugerido que los nuevos cargos en el Tribunal Supremo deberían ser ocupados por mujeres, como parte de un esfuerzo por garantizar una representación de género más equitativa. En este contexto, la exsenadora María de los Ángeles Sacnun, una figura cercana a Cristina Kirchner, ha sido mencionada como una posible candidata.
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El oficialismo aún no ha tomado una decisión definitiva sobre cómo proceder con la designación de los jueces. Desde la Casa Rosada se insiste en que ambos pliegos deben ser tratados en conjunto, pero el clima de tensión persiste en el Senado, donde el Frente de Todos, liderado por José Mayans, continúa buscando una solución que satisfaga tanto a los sectores kirchneristas como al oficialismo.
En medio de las negociaciones, un actor clave es la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien, además de su rol institucional, ha tomado una postura política activa. Villarruel, que ha mostrado su desacuerdo con la candidatura de Lijo, también ha respaldado a Manuel García Mansilla, un abogado que tiene vínculos cercanos con la vicepresidenta. Su apoyo a García Mansilla se suma a la compleja red de alianzas políticas que se juega en el Senado en torno a la composición futura de la Corte Suprema.
El escenario político del Senado refleja una lucha de poder crucial para la administración de Javier Milei, donde las definiciones sobre los pliegos judiciales y la posible ampliación de la Corte Suprema serán determinantes para el futuro político del país.
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