03/11/2023

Política

El señalado por alterar los cuadernos de las coimas, llamó al fiscal Storneli mientras allanaban su casa

Se trata del expolicía Jorge Bacigalupo amigo Centeno, el supuesto autor de los cuadernos que se utilizaron para la gran causa judicial por coimas en la obra pública durante el kirchnerismo.

Bacigalupo es amigo de Oscar Centeno, quien era chofer del segundo de Julio Devido en el MInisterio de Obras Públicas y que, a su vez, fue el aparente autor de los cuadernos que reflejaban una trama de corrupción entre funcionarios públicos y empresarios de la obra pública.


Según una pericia realizada a los cuadernos, hechas por la División Scopometría de la Policía Científica de la Policía Federal y entregada al juez Martínez de Giorgi, determinó que el expolicía les hizo correcciones y sobre-inscripciones. Algo que, sin dudas, tendrá que explicar ante la Justicia.


Pero eso no es lo único que tendrá que explicar, dado que el peritaje de su celular reveló que en marzo, en el momento en que era allanada su casa, se comunicó con el fiscal Carlos Stornelli y hablaron durante 51 segundos. El juez Marcelo Martínez de Giorgi lo citó para ampliar su indagatoria el 15 de noviembre, y allí se le mostrará el resultado del análisis de sus teléfonos y su computadora.

Habló Jorge Bacigalupo, el hombre que entregó los cuadernos de las coimas |

Jorge Bacigalupo, el expolicía amigo de Oscar Centeno.


En sea citación tendrá también la oportunidad para explicar por qué intervino los escritos del exchofer del Ministerio de Planificación que precisamente Stornelli utilizó como base de la megacausa por supuestos pagos ilegales en obra pública símbolo de la persecución a Cristina Fernández de Kirchner, en este caso a fuerza de las famosas anotaciones y de declaraciones de arrepentidos.


El amigo de Centeno fue quien le guardó los cuadernos y un día de 2018 se los entregó al periodista de La Nación Diego Cabot, quien los digitalizó y entregó copias al fiscal Stornelli. Luego los devolvió. En las anotaciones de Centeno, chofer de Roberto Baratta en el Ministerio de Planificación, al principio dejaban constancia de sus itinerarios, pero con el tiempo empezaron a incluir relatos de supuestos traslados de bolsos con dinero que salpicaban a conocidas empresas y a funcionarios. Los cuadernos son ocho.


El fiscal Stornelli y el fallecido juez Claudio Bonadio se quedaron con la investigación sin mandarla a sorteo, que era parte de otra. Ahí empezó el desfile de detenidos, entre ellos empresarios a quienes se les ofrecía arrepentirse para dar información, con especial interés en que comprometiera a CFK, sobre quien nunca se demostró participación en pagos ilegales pese a lo cual fue enviada a juicio.

Oscar Centeno pidió ver los cuadernos donde escribió la ruta de las coimas  - LA NACION

Oscar Centeno, exchofer del Ministerio de Planificación.


El empresario Armando Loson, uno de los implicados en la causa fue quien se encargó de solicitar de forma privada algo que a nadie se le había ocurrido desde la Justicia, peritar las copias digitalizadas. El estudio reveló que en los cuadernos que lo nombraban habían por lo menos 1600 enmiendas y tachaduras, algo que luego pudo corroborar el juez Martínez de Giorgi con la pericia encargada a los especialistas de la Policía Federal, que también determinaron que había otras manos que habían participado en la escritura.


Ante este descubrimiento, el juez mandó a allanar la casa de Bacigalupo en el mes de marzo. Y el dueño de casa, en ese momento de la labor policial, se puso en contacto telefónico con nada más y nada menos que el fiscal Carlos Stornelli. Esto hace que cobre fuerza los dichos del empresario Gerardo Ferreyra, que no se quiso "arrepentir" -a diferencia de la mayoría- y pasó por eso un año detenido, quien mencionó más de una vez el apriete del fiscal para dejarlo en libertad a cambio de señalar a los Kirchner.


De este modo esta causa impulsada por Losom, pone en duda la validez de los cuadernos ante la certeza que brindaron los peritajes de su manipulación y tiene en cuenta otro peritaje que mandó a realizar el juez a la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, en donde se reveló que las expresiones vertidas sobre sus hojas no correspondían a Centeno, dando esto la pauta de que las palabras le fueron dictadas.


Lo cierto es que esa alteración de los famosos cuadernos de las coimas, pueden poner en serios problemas a Bacigalupo, pudiendo ser imputado por encubrimiento y falsificación de documento. Pero también podría abrir la puerta a algo mucho más grande, que abre otras interrogantes, como el llamado al fiscal Stornelli, y la razón por la cual se falsificó una prueba para dar inicio a una causa que tuvo arrepentidos y detenidos que sin dudas reclamarán justicia.


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