08/11/2023
Los principales dirigentes de Boca Juniors deberán hacer borrón y cuenta nueva rápidamente para dejar atrás la reciente derrota en la final de la Copa Libertadores ante Fluminense y enfocar sus esfuerzos en la campaña de cara a las inmediatas elecciones en la entidad de la Ribera. La contienda enfrentará en menos de un mes a dos conocidos nombres xeneizes: por un lado, el exfutbolista Juan Román Riquelme, actual vicepresidente de la institución, que confía en la continuidad de su gestión y analiza encabezar la fórmula oficialista; por el otro, el exmandatario de la Nación Mauricio Macri, que busca regresar a la administración del club tras su extenso paso entre 1995 y 2007.
El mundo Boca vivió un fuerte sacudón en la última semana tras las agresiones a sus hinchas en Río de Janeiro, la caída en la final de la copa continental de fútbol en el Maracaná y, posteriormente, la renuncia del Director Técnico (DT) Jorge Almirón. Ante ello, la gestión debió reagruparse sin demoras y reordenar el presente azul y oro con la designación de un entrenador interino, Mariano Herrón. Mientras se recupera del cimbronazo, las autoridades del club, el presidente Jorge Amor Ameal y el vice Riquelme resuelven el que será su futuro electoral en un complicado panorama que promete una definición voto a voto frente a un adversario de peso en la escena política xeneize.
Pese a todo, el escenario de la actual gestión boquense no es desesperanzador. Las encuestas, sin perjuicio de su esperable margen de error, en principio arrojarían como ganador al espacio oficialista. En estas horas, las discusiones pasan por cuál será la fórmula electoral. Riquelme evalúa seriamente candidatearse a presidente para extender su proyecto en el club y ubicar a Ameal como su segundo: sería el debut del binomio, ya que el actual mandatario corrió en 2019 junto a Mario Pergolini, mientras que el histórico "10" se presentó a los comicios como vice segundo y ofició en ese cargo hasta la dimisión del empresario periodístico en 2021.
Sin embargo, en su entorno han surgido diversos nombres que podrían anticipar un cambio de rumbo en la definición electoral. Es el caso del actual secretario general del club Ricardo Rosica, en la práctica la mano derecha de Riquelme, quien mantiene además un buen vínculo con Ameal. El actual presidente, por su lado, lleva en su órbita a los funcionarios xeneizes Carlos Navarro, del Departamento de Obras, y Martín Mendiguren, de Deportes Amateurs. En este marco, la puja se dará tanto a nivel de la fórmula, donde aún no está claro quién liderará la lista, como en la confección de la "mesa chica" que acompañe a la futura gestión en caso de lograr la reelección.
Del otro lado de la Ribera se alza, inminente, la figura de Macri, un histórico dirigente xeneize que supo dirigir la institución entre 1995 y 2007, más otro breve tramo en 2008, y que hoy pretende regresar a La Bombonera tras su incursión en la política, que lo llevó a ser presidente de la Nación entre 2015 y 2019. "Estoy muy preocupado por lo que pasa en Boca. Se puede ganar o perder, pero el club está por arriba de todas las personas", declaró recientemente el empresario, quien ya diseña su fórmula junto al economista Andrés Ibarra, ministro de Modernización durante su gestión en la Casa Rosada.
El poroteo electoral llevó al binomio a abrirle la puerta a una posible colaboración con la tercer opción, la dupla de Jorge Reale y Diego Lajst, pero el intento de anexión no dio sus frutos todavía. Uno de los principales puntos de disidencia entre las fuerzas es el nombre del futuro DT: el oficialismo, que había intentado retener a Almirón, se plantea posponer la decisión e impulsar hasta entonces al interino Herrón; el macrismo coquetea con la posibilidad de sumar a algún exfutbolista e ícono del club como Martín Palermo o Guillermo Barros Schelotto; la última alternativa, en tanto, adelantó que no viene "a discutir técnicos" y le cerró la puerta al "circo" de nombres.
Los cruces entre la política del club y la política nacional tampoco se hicieron esperar en el mapa xeneize. Por una parte, se estima al candidato a jefe de Estado por Unión por la Patria (UxP) Sergio Massa como cercano a Riquelme; por la otra, el acercamiento de Macri al postulante de La Libertad Avanza (LLA) Javier Milei trajo un ida y vuelta de declaraciones públicas a favor de las aventuras electorales de ambos. "Milei me dijo: 'Quiero que me recuperes la alegría de ser hincha de Boca, la he perdido desde que Riquelme es presidente en ejercicio'. Ahí hubo un punto de contacto", sintetizó Macri al respecto.
En tanto, todo indica que la contienda electoral se desarrollará el próximo 2 de diciembre. Se barajó como posibilidad desplazar los comicios al domingo 10, pero el operativo por la asunción de quien sea nuevo presidente de la Nación, que se determinará en el balotaje del 19 de noviembre, haría imposible el despliegue de las fuerzas de seguridad en la Ciudad de Buenos Aires para cubrir ambos eventos. Un grupo de socios de la comunidad judía impulsaba el cambio ya que ese sábado se celebra el sabbat; mas la institución, que declara en su reglamento que la Argentina es un país laico, decidió no mover la jornada. Más allá de ello, la fecha todavía no fue confirmada.
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