Exigen ley de trazabilidad de agroquímicos tras la muerte masiva de cóndores por envenenamiento

Dos incidentes mortales han puesto en evidencia la grave situación que enfrenta el cóndor andino en Argentina, una especie emblemática de la cordillera que se encuentra en estado vulnerable según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En ambos casos, el uso de un mismo compuesto químico resultó ser fatal para varios ejemplares, resaltando la amenaza que representan los agroquímicos utilizados por productores ganaderos.

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En los últimos diez años, al menos 170 cóndores han perdido la vida en el país, principalmente debido al consumo de cebos tóxicos destinados a eliminar depredadores como zorros y pumas, según explicó el biólogo Luis Jácome. Estos agroquímicos envenenan los cadáveres dejados por otros animales y terminan afectando a los carroñeros como el cóndor, que se alimentan de estos restos.

El Sistema de Información de Biodiversidad de Parques Nacionales (SIB) corroboró que el uso de cebos tóxicos no solo no controla a los predadores deseados, sino que también fomenta la proliferación de aquellos que atacan al ganado. Esta práctica, además, subraya la falta de una legislación efectiva de trazabilidad de agroquímicos, permitiendo su adquisición y uso indiscriminado por parte de cualquier persona.

Asimismo, la Fundación Bioandina, a través de su Programa de Conservación del Cóndor Andino (PCCA), ha rescatado y liberado cientos de cóndores a lo largo de sus 33 años de trabajo. Sin embargo, eventos como la muerte de 19 ejemplares en Jujuy en 2017 y 34 cóndores en Los Molles, Mendoza, en 2018, han evidenciado la gravedad del problema. En estos casos, el uso de carbofurán, un pesticida altamente tóxico, llevó a la prohibición de su elaboración e importación por parte del Senasa ese mismo año.

Cabe mencionar que estos incidentes catalizaron la creación de la Estrategia Nacional contra el Uso de Cebos Tóxicos (ENCT), respaldada por resolución del Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) y firmada por 14 provincias con presencia de cóndores andinos. Sin embargo, los desafíos persisten, como lo demuestra el reciente caso en Río Negro, donde un cóndor reintegrado a su hábitat murió tras ingerir una oveja envenenada.

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En tanto, Jácome advirtió sobre la necesidad urgente de una ley de trazabilidad de agroquímicos que regule desde la compra hasta el uso final de estos productos. "Es crucial que estos compuestos sean recetados por ingenieros agrónomos según las condiciones específicas, de manera similar a los medicamentos prescritos por médicos", expresó Jácome, enfatizando que la regulación es fundamental para proteger no solo al cóndor andino, sino también a toda la biodiversidad afectada por estas prácticas.

Por su parte, pese a la presentación de un proyecto de ley en el Congreso en 2018 para abordar estos problemas, la iniciativa aún no ha avanzado más allá de las comisiones pertinentes. Este estancamiento resalta la urgencia de medidas legislativas efectivas que aseguren la supervivencia de una especie vital para el equilibrio ecológico de la región andina argentina.