10/11/2023
Escalada del dólar paralelo, devaluación del peso, suba generalizada de precios, caída del nivel del salario y, por si fuera poco, proceso electoral y transición política. La conclusión del período 2023 sacude el bolsillo promedio y complica las cuentas en tiempos de volatilidad. "La economía argentina se asienta en una incertidumbre que hace que la gente no esté segura de qué es lo que va a pasar en el futuro y pueda actuar en consecuencia. Eso genera muchas dudas sobre dónde poner la plata y cómo refugiarse de la inflación", advierte el licenciado en Economía Patricio Sticca Oyuela en diálogo exclusivo con este medio, mientras intenta responder la pregunta del millón: ¿qué harías si tuvieras un millón de pesos?
Gastar, invertir, ahorrar: según las circunstancias, cualquier opción de la tríada puede resultar adecuada en tiempos de crisis. Los últimos registros del Índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional arrojan una inflación de 12,4% en agosto y 12,7% en septiembre, lo que configura dos marcas históricas para la medición mensual, al tiempo que la variación acumulada ya supera el 100% anual a falta de la develación de los datos del último trimestre. En este marco, "más que lograr algún rendimiento positivo o ganancia extraordinaria, como podría ocurrir en otro contexto más favorable, hoy la mayoría de la gente busca refugiarse y poder mantener su poder adquisitivo pese a la inflación", señala el especialista. Pero ¿cómo lograrlo?
"En el mercado argentino vos tenés diferentes activos financieros en los que podés refugiarte. Ahora bien: ¿qué instrumento podría elegir una persona que se gane un millón de pesos en la lotería, o que tenga un salario que le permita cierto grado de ahorro y de inversión? La respuesta depende en primer lugar de cuánto represente ese monto para el ingreso total de la persona: si es alguien que goza de un ingreso mayor y tiene la posibilidad de correr un poco más de riesgo ante la inversión, puede hacer uso de instrumentos como bonos, compra de acciones argentinas en el exterior que cotizan en dólares, y otros elementos similares, que pueden generar pérdida o ganancia", explica Sticca Oyuela.
En tanto, "debido a los ingresos decrecientes en las últimas décadas", como es el caso de la mayoría de la población argentina, lo más probable es que ese millón de pesos obtenido repentinamente "represente un alto porcentaje de tus ahorros". En ese caso, continúa el economista, "seguramente decidas optar por una herramienta más conservadora como un plazo fijo en un banco tradicional, que tiene como objetivo mantener tu poder adquisitivo frente a la inflación; y si bien actualmente está dando una tasa un poco menor que el IPC mensual, te puede ayudar antes que tener la plata y no usarla".
Por fuera de estos mecanismos, es conocida la vía del ahorro en dólares, ya que la divisa no se deprecia tanto en relación con el peso. "Como es de público conocimiento, tenés diferentes alternativas: la compra de dólar oficial, que está bastante restringida para los usuarios y poca gente cumple con los requisitos para acceder a ese monto", que orbita los $350; "el dólar blue, que pertenece a un mercado no oficializado" y hoy roza los $950; "el dólar MEP, que se puede ejecutar a través de la mayoría de los homebanking e integra la compra de un bono dual que cotiza tanto en pesos como en dólares", situado cerca de los $870; "y otras opciones un poco más elaboradas que actualmente la tecnología facilita".
Sin embargo, hoy por hoy "muchas personas optan directamente por gastar la plata". Según indica el economista, "a veces termina siendo mejor destinar el dinero a elementos duraderos. Obviamente no toda la gente, de hecho muy poca gente, se puede comprar una casa u otros bienes de ese estilo, pero hay objetos de uso tradicional como los electrodomésticos que pueden ser una forma de conservar el poder adquisitivo. De hecho, el último año muchos productos aumentaron muy por encima de la inflación y del dólar paralelo, como el famoso ejemplo de las latas de atún. Si bien no vas a comprar veinte toneladas de latas de atún para cuidar tu dinero, hay otros objetos que son durables y que te permiten mantener el valor de lo que posees en un contexto de alta inflación".
Con todo, el devenir económico argentino se caracteriza no solo por el espiral inflacionario que actualmente atraviesa. La crisis que afecta al bolsillo se ve igualmente influenciada por el escenario político, que resulta en particular delicado en circunstancias electorales. "Es un elemento más que se agrega e impacta en el saldo inflacionario de los últimos meses. La poca claridad que pueden llegar a expresar todos los candidatos que hubo a presidente, las dudas sobre su eventual estructura de gobierno y la debilidad política que podrían llegar a tener uno o el otro debido a la conformación legislativa también alimentan la incertidumbre y acentúan las causas del problema inflacionario en el país", argumenta Sticca Oyuela.
La crisis, sin embargo, mantiene su raigambre económica. "La situación se explica por factores económicos y desequilibrios macroeconómicos que tiene la economía argentina hace décadas, y que en un contexto de incertidumbre política donde los candidatos no aportan claridad al mensaje sobre lo que puede pasar a futuro generan un shock negativo en la inflación y un crecimiento notable en los precios. En realidad se debe a lo que se llama déficit fiscal: la Argentina gasta más de lo que ingresa. Después podemos discutir qué se gasta y cómo se gasta, qué se debería recortar y qué no", agrega el especialista. En este marco, es común que las personas se vean afectadas por "una incertidumbre multicausal" a la hora de tomar decisiones económicas.
"La situación argentina se puede definir como un fenómeno local que está afectado por las circunstancias actuales como las elecciones, la sequía y la falta de acceso a crédito internacional, pero si uno repasa la historia el país siempre tuvo alta inflación y los períodos sin suba de precios han sido pocos. Viene de toda una historia en la que las decisiones políticas que tomaron diferentes gobiernos llevaron a divergencias: en una época se dice una cosa, después cambia el gobierno y se rompe todo lo que se hizo, entonces la gente que venía con una estructura y tomó sus decisiones en base a eso seguramente perdió mucha plata y tiene que volver a rearmarse, después otra vez cambia...", considera Sticca Oyuela, y concluye: "En el largo plazo es muy difícil, casi imposible, saber qué va a pasar".
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