21/03/2024
El aumento preocupa a los estacioneros, que ya advirtieron por caídas en las ventas de entre el 23% y el 25%.
A partir del 1° de abril, el precio de los combustibles volverá a incrementarse casi un 5% en todas las estaciones de servicios del país. Esto representa un nuevo golpe al bolsillo de los usuarios que ya viene complicado por la inflación, en parte generada por la desregulación de la economía que intenta llevar a cabo el Gobierno.
Los empresarios estacioneros, ven esta nueva suba con preocupación, ya que advirtieron caídas en las ventas de hasta 25% en las provincias limítrofes.
El aumento se debe a la entrada en vigencia de una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que según definió el Gobierno nacional, deben ajustarse mensualmente hasta ponerse al día. Para ello dispuso un esquema de traslado de los cargos pendientes desde el tercer trimestre de 2021 hasta el último de 2023.
Según indicó el licenciado en administración y especialista en combustibles, Cristian Bergmann, los impuestos tanto para el gasoil como para las naftas, escalarían 34,66% desde el lunes 1 de abril.
Teniendo en cuenta los precios vigentes del litro de nafta súper de YPF en la Ciudad de Buenos Aires ($800), representará un aumento del 4,2% por litro vendido, o sea, unos $33,66. En el caso del gasoil Grado 2, el incremento en surtidor sería del 2,6%, unos $21,92.
Según explicó el especialista, "El nuevo esquema tributario continúa presionando a los precios, en un contexto en el cual el Gobierno nacional intenta llegar a la paridad de importación para el combustible refinado".
Los alarmantes números de la caída en las ventas
Ante esta conjugación entre las constantes subas y la caída de las ventas, los empresarios estacioneros manifestaron su preocupación. El presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la Argentina (Cecha), Isabelino Rodríguez, afirmó que es "preocupante" la caída de la demanda.
La entrada a un estancamiento de la economía está provocando una fuerte caída en el consumo, que según datos oficiales, llegó hasta 23% en enero último, aunque hay provincias limitrofes con otros países que registraron bajas de hasta 25%.
Esto también llevó a muchos automovilistas a tomar la decisión de pasarse de nafta premium a súper, a pesar de que no está recomendado sobre todo en los motores que vienen muy comprimidos. Según la Secretaría de Energía de la Nación, en enero último se despacharon en el país 190.719 m3 de nafta premium, lo que representó una caída del 23% respecto del mismo mes del 2023.
La baja fue tan pronunciada que la cantidad de combustible vendido fue inferior incluso a la registrada hace cinco años, en enero de 2019, cuando el parque automotor de la Argentina era 1,5 millones de autos más pequeño.
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