18/05/2024
El ministro del máximo tribunal fue el único que votó en disidencia una acordada que establece de un nuevo puesto en el organigrama. "La real intención es que los casos penales importantes queden bajo la gestión de un secretario que responda a directivas que no se publican", disparó.
La grieta se materializó este viernes en la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), donde el ministro Ricardo Lorenzetti salió con los tapones de punta a cruzar a sus cuatro colegas en el máximo tribunal judicial del país.
Quien fuera titular del organismo entre 2007 y 2018 votó en disidencia en una acordada que establece la creación de la Secretaría Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que tendrá como fin tratar varios de los expedientes que ya recaen sobre la Secretaría Judicial N°3.
La medida tiene los votos positivos del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y el resto de los ministros: Carlos Rosenkratz y Juan Carlos Maqueda.
El argumento para crear la flamante secretaría fue la cantidad de expedientes que hay en la actualidad y aún no pudieron ser tratados. No obstante, lo llamativo fueron los argumentos utilizados por el magistrado oriundo de Rafaela.
"Siento verdadera tristeza por el estado de situación de esta Corte", expresó Lorenzetti en su voto. Además, manifestó que existen otros intereses detrás de "la invocación de principios de buena administración".
Según el juez, el atraso en el tratamiento de expedientes en la Corte "se debe a la falta de gestión en los acuerdos de ministros", y no es imputable a los secretarios, "ni tampoco se soluciona con la designación de nuevos funcionarios".
Además, puso énfasis en que hay dos posibles integrantes del máximo tribunal seleccionados por el Gobierno, en relación a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, y deberían ser consultados sobre esta situación.
"La redacción de sentencias es una función de los jueces y, por lo tanto, la falta de ellas es (su) responsabilidad y una función que se desnaturaliza cuando se desciende al ilusorio deseo de ocupar espacios de poder interno", agregó.
Por otra parte, cuestionó "la falta de fundamento de una serie de decisiones apresuradas para crear oficinas, direcciones, ingresos de personal, como pocas veces se ha visto en este Tribunal" y que se designa personal "sin concurso, en base a la amistad o el parentesco y contrariando las expectativas de austeridad".
"No hay ninguna justificación para crear una nueva (secretaría penal), excepto la de designar un nuevo secretario, con un altísimo costo y sin concurso alguno", ahondó.
Con respecto al argumento de sus pares para crear la secretaría, sostuvo que los fallos se demoran por la falta de acción de los ministros, que no responden a las sugerencias de los letrados que analizan las causas y tampoco asisten a las reuniones.
Lorenzetti consideró que la verdadera intención de la acordada es el "vaciamiento de la actividad del secretario actual, sin fundamento alguno", para que "los casos penales importantes queden bajo la gestión de un secretario que responda a directivas que no se publican".
El cortesano manifestó su temor a que ocurra algo similar con otras dependencias de la CSJN "dividiéndolas y creando nuevos cargos con nuevas personas controladas" y consideró que es "un patrón de comportamiento que se ha producido en los últimos dos años".
El ministro de la Corte se mostró crítico de la creación de dependencias como las Comisiones para el lenguaje claro, la Oficina de Bienestar Laboral, la Oficina de Estadísticas, un portal comunicacional, la Secretaría Jurídica General y la Secretaría de Desarrollo Institucional, entre otras bajo la órbita del máximo tribunal.
En tanto que también cargó contra la "sanción a un funcionario por denunciar irregularidades", en alusión al contador Daniel Marchi, separado de su cargo el año pasado por denunciar manejos de fondos poco claros en la obra social judicial, o en el "ocultamiento de las irregularidades de un funcionario", en referencia a Silvio Robles.
También le espetó a Rosatti el hecho de haber organizado un congreso en la Corte Suprema y lo calificó de "inusual": "No es una Universidad, sino un Tribunal que dicta sentencias. Pero además, el evento comienza con un reconocimiento al Presidente de la Corte Suprema. Organizar un Congreso para premiarse a sí mismo es algo que nunca se vio", cuestionó.
"Nada de esto sucedería si las decisiones se discutieran en los acuerdos, como corresponde a un cuerpo colegiado", manifestó Lorenzetti.
Además, instó a sus pares a "enfocarse en solucionar los gravísimos problemas que padece el Poder Judicial en todo el país".
"Hay que requerir que se cubran los cargos, que los concursos sean transparentes, que no se alteren las listas, que se respete el mérito, que se asista en tiempo y forma a los Tribunales que no tienen los recursos mínimos para funcionar. Ser austeros, concursar los cargos, respetar el mérito y evitar el nepotismo", concluyó.
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