El Consejo Directivo de la CGT se reunirá este jueves en la histórica sede de la central obrera, ubicada en la calle Azopardo, con un objetivo clave: definir la fecha exacta y la modalidad del tercer paro general que la organización decidió impulsar durante la gestión del presidente Javier Milei. La reunión, que se espera culmine por la tarde, pondrá fin a días de especulaciones y debates internos sobre el rumbo de esta nueva medida de fuerza.
En las horas previas al encuentro, trascendieron distintas posibilidades. Inicialmente, se barajó el 8 de abril como una fecha tentativa para la huelga, pero en las últimas horas cobró fuerza la versión de que podría concretarse el 10 de abril, acompañada de una movilización masiva el día anterior, el 9. Esta propuesta busca enviar un mensaje contundente al Gobierno y visibilizar el descontento de los sectores sindicales ante las políticas económicas y sociales implementadas por la administración libertaria.
La decisión de avanzar con un nuevo paro general surge tras un intenso debate al interior de la CGT. El sector más opositor al Ejecutivo, encabezado por dirigentes críticos de Milei, fue el que impulsó con mayor énfasis esta medida. La iniciativa toma como antecedente los dos paros previos realizados el 24 de enero y el 9 de mayo, llevados a cabo en los primeros meses de la gestión del líder de La Libertad Avanza. Ambos tuvieron un alto acatamiento y reflejaron el malestar de los trabajadores frente a las reformas económicas.
En un principio se dijo que la huelga podría ser el 8 de abril, pero luego surgieron versiones que aseguran que se realizará el 10.
El clima dentro de la central obrera se tensó aún más tras los incidentes ocurridos durante la marcha de protesta del pasado miércoles. Esa jornada, miles de manifestantes se congregaron para expresar su rechazo a las políticas oficiales, pero la movilización derivó en enfrentamientos violentos entre la policía y los asistentes. Las imágenes de represión y el saldo de heridos y detenidos reavivaron la indignación de los gremios, lo que terminó de consolidar la idea de un nuevo paro entre los dirigentes sindicales.
Con este telón de fondo, la reunión de hoy en la calle Azopardo será determinante. Los jefes sindicales no solo deberán acordar el día y la forma del tercer paro general, sino también delinear la estrategia para sostener el pulso con el Gobierno en un contexto de creciente conflictividad social. Mientras tanto, desde el Ejecutivo aún no hubo declaraciones oficiales sobre la convocatoria, aunque se espera que la respuesta llegue una vez que la CGT formalice su anuncio.
La definición de esta tarde marcará un nuevo capítulo en la relación entre el movimiento obrero y la gestión de Javier Milei, en un año que promete estar signado por la puja entre los sindicatos y las políticas de ajuste impulsadas desde la Casa Rosada.
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