13/11/2023
La deuda del Banco Central creció fuertemente durante el
gobierno de Alberto Fernández y en la actualidad suma 23,3 billones. Se trata
de un valor que equivale a unos US$66.700 millones al tipo de cambio oficial de
$350. Cabe recordar que cuando asumió este gobierno el pasado 10 de diciembre
de 2019, la deuda del Banco Central era algo menos de $1,1 bollón, que se
traducía en US$18.220 millones al tipo de cambio oficial, que ese día operaba
apenas por debajo de los $60.
Sucede que la inflación acumulada en los últimos cuatro años
hizo crecer rápidamente el shock de deuda del organismo monetario. Asimismo,
desde Aurum Valores señalaron que "confluyen para exacerbar este desequilibrio
la caída de la demanda de pesos, la baja de encajes
para que bancos financien al Tesoro y la emisión fiscal indirecta del BCRA (compra de bonos
en pesos en el mercado secundario)". De tras de esos factores se encuentra el déficit
fiscal que provoca un exceso en la oferta de pesos y agrava la caída de la
demanda de moneda local. Esa dinámica lleva a que el Banco Central "se vea
obligado a un esfuerzo cada vez mayor de esterilización, empeorando su
patrimonio".
De
esta manera, el Gobierno emite más pesos que los que las personas y empresas
quieren tener en el bolsillo, por lo que se los sacan rápidamente de encima
comprando bienes, e impulsan los precios, o dólares, lo que amplía la brecha
cambiaria. Motivo por el cual, para contener esos dos efectos indeseados, el
BCRA debe colocar más deuda con el fin de captar cada vez más pesos.
Por
su parte, desde Aurum indicaron que nada ha cambiado desde que Sergio Massa
llegó al Ministerio de Economía. De hecho, apuntaron que la relación entre los
pasivos remunerados del BCRA y la base monetaria prácticamente se duplicó desde
junio de 2022 hasta octubre de 2023. También se incrementó la relación entre
los pasivos remunerados y el producto.
Analistas
de Equilibra estimaron que "a fin de este año, el shock de pasivos remunerados
rozaría 11% del PBI del cuarto trimestre, 6 puntos porcentuales del PBI por encima del último cuarto de
2019, superando incluso el pico de 2017?.
"La unificación del mercado
cambiario a una cotización muy elevada ayudaría a licuar pasivos remunerados, a
costa de un fogonazo inflacionario que
nos pondría al borde de una hiperinflación. Pero si no hay una terapia de shock
que licúe los pasivos remunerados, el BCRA no podría subir significativamente
su tasa real de interés de referencia, porque generaría una dinámica
insostenible de los pasivos remunerados", completaron.
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