La Salud en crisis: jubilados sin medicamentos y hospitales saturados

DATA INELUDIBLE

• El 36% de la población argentina depende exclusivamente del hospital público.
• El recorte en el PAMI afecta a medicamentos esenciales para jubilados.
• La migración hacia hospitales públicos creció en más de 200 mil personas.
• El aumento de las cuotas de prepagas alcanzó un 115,7% entre diciembre y marzo.
• La saturación en los hospitales públicos es creciente.
• El sistema de salud enfrenta una crisis prolongada con ajustes fiscales que profundizan la desigualdad.

La crisis en el sistema de salud argentino

El sistema de salud en Argentina enfrenta un colapso estructural que se manifiesta de manera alarmante. Con el 36% de la población dependiendo exclusivamente de los hospitales públicos, los recortes en el PAMI y la precarización de la atención para jubilados y pensionados están agudizando la situación. El panorama se complica aún más con un incremento de más de 200 mil personas en la demanda de hospitales públicos, debido al ajuste en las prepagas que generó un aumento del 115,7% en las cuotas entre diciembre y marzo. La desigualdad en el acceso a la salud es una realidad dolorosa para los sectores más vulnerables.

El impacto de los recortes en el PAMI

El recorte en el PAMI, que afecta a millones de jubilados, eliminó la cobertura de 47 principios activos esenciales en los medicamentos, sumados a otros 11 que ya habían sido retirados previamente. Estos medicamentos son cruciales para el tratamiento de afecciones neurológicas, dolor crónico y como antibióticos de primera línea. La reducción impacta directamente a los 7,5 millones de jubilados, especialmente a los 5 millones que reciben el haber mínimo. Este ajuste contrasta con la creciente saturación de los hospitales públicos, que son la única opción de atención para los sectores que no pueden costear una prepaga.

La saturación y desigualdad en los hospitales públicos

Actualmente, los hospitales públicos representan el único acceso a la salud para 16 millones de personas. Esta cifra sigue en aumento debido a la precarización laboral y el ajuste fiscal. Además, la desigualdad en la cobertura también se refleja en la disparidad geográfica, con algunas provincias teniendo un número de centros de atención que cuadruplica al de las más desfavorecidas.

El desequilibrio entre obras sociales y prepagas

El 61% de la población está bajo el régimen de obras sociales, mientras que el 13,6% recurre a las prepagas. La superposición de coberturas, el aumento de las cuotas y la baja en la calidad del servicio evidencian un sistema desequilibrado. El 63% de los establecimientos de salud son privados y el 97% de ellos comerciales. Las grandes prepagas como OSDE, Swiss Medical y Galeno concentran el 80% del total de afiliados, mientras que las obras sociales más pequeñas apenas logran subsistir.

La necesidad de una reforma integral

A pesar de las promesas del Gobierno de reorganizar el sistema y redistribuir los centros de atención según su complejidad, estas medidas parecen insuficientes para enfrentar la crisis. El primer nivel de atención, fundamental para la prevención y detección temprana, sigue desfinanciado. Mientras tanto, las tarifas de sanatorios y clínicas privadas continúan en aumento sin una mejora proporcional en los salarios de los trabajadores de la salud. La crisis sanitaria argentina, que ya no es nueva, se encuentra en su punto más crítico debido a los ajustes fiscales y la falta de políticas inclusivas.