16/02/2025
Una de cada tres viviendas se alimenta a través de paneles solares y el sistema tiene un excedente de energía. Las autoridades plantearon desconectar algunos paneles para evitar el colapso.
Australia, reconocida por su compromiso con las energías renovables, enfrenta un desafío inesperado: el crecimiento masivo de los paneles solares en los hogares está poniendo a prueba la estabilidad de su sistema eléctrico.
Lo que en principio representaba un avance ambiental y económico se ha convertido en un problema técnico. Los sistemas solares, que abastecen a millones de viviendas, generan un excedente de energía tan elevado que las autoridades deben intervenir para evitar sobrecargas en la red.
Actualmente, cerca de una de cada tres viviendas unifamiliares australianas cuenta con paneles solares y esta cifra continúa en aumento. Este fenómeno ha transformado a los hogares en productores de electricidad renovable, disminuyendo la dependencia de fuentes tradicionales.
En regiones como Victoria, la producción solar ha alcanzado niveles que, en algunos momentos, superan la demanda eléctrica, lo que sobrecarga la infraestructura.
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De acuerdo con el Australian Energy Market Operator (AEMO), los paneles solares domésticos ya aportan más de 20 gigavatios (GW) de energía. Esta cantidad es suficiente para alimentar una gran parte del país, especialmente en días soleados con temperaturas moderadas, cuando la generación solar alcanza su punto máximo.
Sin embargo, el sistema eléctrico se enfrenta a una dificultad crucial: no está preparado para gestionar el exceso de energía solar.
El origen del problema radica en la necesidad de equilibrar la oferta y la demanda en tiempo real. Durante los días soleados y frescos, sobre todo los fines de semana, la electricidad generada por los paneles solares supera el consumo de los hogares. Esto provoca que la demanda de la red caiga a niveles tan bajos que compromete la estabilidad del sistema.
El pasado viernes, el AEMO emitió una advertencia de "carga mínima del sistema", al prever que la demanda eléctrica en el estado de Victoria descendería a 1.352 megavatios (MW), el nivel más bajo registrado hasta ahora. Esta cifra está significativamente por debajo de los 1.865 MW requeridos para mantener la estabilidad, lo que supone un riesgo para la seguridad del suministro.
Emergencia. Las autoridades australianas sugirieron la desconexión temporal de los paneles solares.
Para prevenir un colapso, el AEMO ha implementado medidas de emergencia, como desconectar temporalmente algunos paneles solares o limitar el excedente que los hogares pueden enviar a la red.
Otras estrategias incluyen reactivar líneas de transmisión que estaban fuera de servicio y alertar a los propietarios de baterías de gran capacidad para que mantengan sus sistemas vacíos y puedan absorber el exceso de electricidad.
El operador ha explicado que, si no se controla, este exceso de generación solar podría causar apagones, cortes de suministro o incluso daños en la infraestructura eléctrica.
Uno de los principales obstáculos es la falta de capacidad de almacenamiento para manejar el volumen de energía generado. Aunque las baterías pueden absorber parte del excedente, no son suficientes para gestionar la enorme producción solar en los momentos de mayor rendimiento.
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Para abordar este problema, se está considerando la creación de una red eléctrica más flexible que pueda adaptarse a las fluctuaciones en la generación solar.
Esto incluiría la instalación de baterías de gran capacidad que almacenen el excedente durante los picos de producción y lo liberen cuando la demanda lo requiera.
Otra posible solución es reformar el mercado eléctrico para incentivar una gestión más eficiente del exceso de energía. En la actualidad, los precios en el mercado spot caen cuando la demanda es baja, lo que desalienta la participación de los generadores.
En contraste, cuando la demanda aumenta, los precios suben drásticamente, creando un incentivo para aumentar la producción. Un nuevo modelo de mercado que ofrezca mejores incentivos podría facilitar la gestión de las variaciones en la generación solar, garantizando así un sistema eléctrico más estable y sostenible.
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