03/12/2024
Por
Natalia Perzhalo
En febrero de
2013, Salvatierra era suboficial de la Policía Bonaerense, tenía por aquel
entonces 30 años y prestaba servicio en la comisaría 6ª de Avellaneda.
Eran alrededor de las 14 cuando reciben la alerta a través del 911 acerca de un robo a una mujer. A llegar a las coordenadas señaladas informan al radioperador que no había nadie en el lugar y aguardan nuevas indicaciones.
Momentos después
les ordenan acercarse al domicilio de la víctima que era a metros de donde
estaban.
Una vez que se
entrevistan con la mujer, quien se encontraba en estado de shock, les relata
que venía de la casa de su madre y al bajar del colectivo mientras se dirigía a
su domicilio, observa a un hombre, del cual proporciona las características,
quien se encontraba agrediendo a una mujer y que gritaba entre otras cosas "Los
voy a matar a todos. Estoy jugado".
La vecina los
evade y continúa su recorrido hasta que al llegar a la esquina de su casa
siente que la llaman y al darse vuelta observa que era el mismo hombre que
comienza a gritarle hasta que en un momento saca un arma y le apunta.
Con las
descripciones aportadas, Salvatierra se desplaza junto a su compañero y en la
intersección de las calles Helguera y Casacuberta logran dar con el supuesto
agresor.
"Pongo el móvil
de frente. Se baja primero mi compañero porque era el que estaba de acompañante
con la escopeta y yo me bajo con la pistola desenfundada porque era una
situación de alto riesgo" recuerda Salvatierra acerca de ese día, "en no menos
de tres oportunidades le dimos la voz de 'alto, Policía' y en ningún momento la
acató. En un momento nos da la espalda y ahí ya pensamos lo peor. Mi compañero
se va abriendo y ve que saca un arma. Me grita y veo que me está apuntando con
un arma. Escuché una detonación (la cual luego resultó ser de la posta de goma
de su compañero) y lo único que atiné a hacer es a repeler la agresión. Efectué
un solo disparo".
Fue ese disparo
el que ingresó por el omoplato derecho rebota por la caja torácica, le
atraviesa una arteria y sale por la axila izquierda provocándole un shock
hipovolémico.
El hombre es
trasladado al hospital y fallece. Se traba de Jonathan Alexis Cabrera (27)
quien en la otra versión exhibida durante el juicio había ido a comprar al
quiosco del barrio y cuando fue interceptado por estos dos policías que lo
confundieron con un delincuente y le dispararon. Cabrera había sufrido un
accidente con su moto por lo cual tenía las piernas lastimadas y habría sido
por eso que advirtió que no podía tirarse al piso como le habían ordenado.
Dos semanas más
tarde, el suboficial es detenido.
"Fue una de las
peores sensaciones de mi vida. Que te pongan las esposas como una lacra.
Horrible. Y desde ese momento nunca más fui a mi casa. En el año 2014, en
agosto, me llevan al primer juicio y me dan seis años de condena por exceso en
la legitima defensa. Me aconsejaron no apelar. Al tiempo me llega una
notificación acerca de un nuevo debate en Casación, esta vez en el toc 2 de
Lomas de Zamora a cargo de la jueza Silvia González. Me hicieron desistir del
juicio por jurados. Si yo iba con un juicio por jurados, ya no estaba acá" se
lamenta Salvatierra.
Lo condenaron a cadena perpetua. Ahora le queda una única posibilidad, llegar a la Corte Suprema y tratar de revertir la situación.
La Delgada Línea
"El libro fue
por una cuestión económica. No soy escritor. Quería encontrar una forma de
juntar plata para ayudar a mi familia" cuenta el autor acerca de como surgió su
obra.
El libro hace un recorrido por su vida desde su infancia hasta la actualidad. Contiene duras críticas al sistema judicial, las fuerzas y algunas denuncias de hechos de corrupción.
El relato no escatima detalles de su experiencia carcelaria e incluye fotos de familiares, amigos y compañeros de celda.
Es un libro de fácil lectura con una extensión de 93 páginas.
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