23/07/2024
Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, presentó su renuncia apenas un día después de admitir fallas en la seguridad que permitieron el intento de asesinato contra el ex presidente Donald Trump durante un mitin en Pensilvania.
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Cabe recordar que el incidente ocurrió el 13 de julio, cuando Thomas Matthew Crooks, de 20 años, disparó contra Trump con un rifle tipo AR-15, hiriéndolo en una oreja. Trágicamente, Crooks también causó la muerte de un bombero y dejó gravemente heridas a otras dos personas antes de ser abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
En una audiencia ante el Comité de Supervisión y Responsabilidades de la Cámara de Representantes, Cheatle asumió la responsabilidad por las fallas operativas que permitieron el ataque, describiéndolo como "la falla operativa más significativa del Servicio Secreto en décadas". Afirmó que se implementarían medidas para prevenir incidentes similares en el futuro.
En tanto, el Servicio Secreto había sido alertado previamente sobre la presencia de un individuo sospechoso en el mitin, pero no se le consideró una amenaza inmediata. Se había visto al agresor en el tejado del edificio y se le identificó como persona de interés antes del tiroteo, lo que suscitó críticas y exigencias de renuncia tanto de legisladores demócratas como republicanos.
El presidente republicano del Comité, James Comer, expresó que "el Servicio Secreto ahora se ha convertido en la cara de la incompetencia" y llamó a la renuncia de Cheatle. Por su parte, el congresista Michael Turner instó a que, de no renunciar, el presidente Biden debería despedirla por poner en riesgo la seguridad de figuras protegidas por la agencia.
Cheatle había sido nombrada directora del Servicio Secreto por el presidente Biden en 2022, después de una carrera de 27 años en la agencia y una posterior posición en PepsiCo como jefa de seguridad para Norteamérica.
Asimismo, Trump, quien retomó su campaña tras el incidente, aprovechó el atentado para criticar a sus opositores políticos y defender su imagen pública. El ex mandatario recibió atención médica inmediata y se ha reportado que la bala estuvo a escasos milímetros de causarle un daño cerebral severo.
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Por su parte, el caso sigue siendo investigado para determinar las motivaciones de Thomas Matthew Crooks, aunque inicialmente no se ha identificado una fuerte motivación política o ideológica en el atacante. La renuncia de Cheatle marca un cambio importante en el liderazgo del Servicio Secreto en un momento crítico para la seguridad nacional y la protección de figuras políticas clave en Estados Unidos.
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