Marcos Galperín dijo que no volvería a vivir en la Argentina

Si bien ya se sabe que Marcos Galperín es el fundador de Mercado Libre y se hizo multimillonario en la Argentina, que se fue del país durante el kirchnerismo, volvió durante el macrismo y fue el empresario preferido del expresidente (hasta fue fiscal de mesa para Cambiemos en las elecciones); también sabemos que se volvió a ir cuando arrancó el gobierno de Alberto Fernández, que luego en alguna declaración ante la prensa británica se quejó de la alta presión tributaria y la excesiva regulación del Gobierno argentino. También que manifestó que la "Argentina es un lugar muy formal y altamente regulado. Como presidente, tenés que estar radicado físicamente en el país", además de resaltar que "La gente está cansada del cambio de las reglas".

En una entrevista que dio al diario chileno, El Mercurio, se mostró menos "ideologizado", ya que no se la jugó por ningún candidato o espacio en la previa de las elecciones presidenciales, como sí hizo durante las elecciones de 2020 en las que apoyó a Mauricio Macri. Hoy parece preferir "deslizar" declaraciones con tonos un tanto misteriosos. Por eso al ser consultado respecto de si volvería a vivir a la Argentina respondió "Si bien la Argentina y Uruguay tienen muchas cosas en común, tienen muchas cosas distintas también, así que la respuesta es no, no volvería a vivir en Argentina independientemente de quién gane las elecciones" y agregó que "Yo soy el fundador, soy argentino, me encanta la Argentina, amo mi país, me fui en 2002 y de los últimos 21 años viví cuatro en la Argentina, pero nosotros alocamos el capital de acuerdo a las oportunidades en toda América Latina, o sea, invertimos en los países de acuerdo a las oportunidades que nos presentan", dijo el empresario que alcanzó el éxito y el desarrollo de su start up en nuestro país, pero que en los últimos años prefirió realizar las inversiones fuertes principalmente en Brasil y México. "Estamos creciendo, nuestro primer centro de distribución fue en la Argentina, hoy tenemos 20 centros y uno en la Argentina", relata.

Por otro lado criticó que "La Argentina tuvo una ley de software que tuvo ya tres cambios en los últimos veinte años. En todos los demás países, ninguno cambió, y si cambió fue para mejorarla", expresa claramente disgustado.

Cuando le preguntaron acerca de la cuestión electoral en nuestro país, prefirió no fijar posición, "Estoy cansado de creer que puedo predecir lo que va a pasar en la Argentina y equivocarme. Siempre me equivoco, así que me voy a mantener en silencio, esta vez no me equivoco", dijo.

Cuando la pregunta tuvo que ver con qué opinaba sobre la economía chilena y su desaceleración, Galperín sentenció que "Operamos en América Latina hace 24 años y hemos visto de todo. El único país donde no habíamos visto de todo era Chile, pero en los últimos años se latinoamericanizó".

Por último el fundador de Mercado Libre, empresa que facturó u$s3.000 millones durante el último trimestre, analizó los paradigmas de los empresarios tradicionales vs los "emprendedores" como él: "Como no hubo mucho capitalismo de competencia libre en América Latina, la sociedad mira con menos gracia a los empresarios tradicionales, los ven como gente que acordó con los políticos o los sindicatos cómo proteger determinada parte de la economía y manejarla. Mientras que los emprendedores están siempre compitiendo, porque no hay nada que proteger, estás creando algo nuevo. Pero a medida que el capitalismo de competencia, que no es solo respeto a la propiedad privada, sino también a la libre competencia, se instale en nuestra región, los empresarios tendrán buena imagen, como tienen en EEUU. Muchos de los grandes empresarios norteamericanos eran emprendedores hace treinta años, Bill Gates, los de Google".

Lo curioso de estas declaraciones es que las hace un empresario que se mantuvo muy cerca del expresidente Mauricio Macri durante su gobierno, que avanza a pasos agigantados en el rubro del comercio electrónico y financiero (nacional y regional), mientras se encarga de ir eliminando a la competencia, por lo cual uno podría confundirse y creer que su creación va camino a convertirse en un monopolio.