Milei no tiene una estrategia definida para lograr el consenso

Javier Milei cumplió sus primeros 100 días como Presidente de la Nación y, en medio de un fuerte ajuste de las cuentas públicas, todos los focos están puestos en él. La inflación, el préstamo del FMI y la situación económico social del país son solo tres de los aspectos por los que es mirado de cerca por la sociedad.

Este es el primer 24 de marzo con Milei como presidente y el Gobierno se ocupó de desatar la polémica con su video sobre las otras víctimas, las que no han sido reconocidas por el Estado y que merecen reconocimiento. Eso incentivó que (Estela) Carlotto, que fue la principal vocera del acto del movimiento de derechos humanos, fuera muy dura, muy explícita, en que no toleran al Presidente y que cuanto antes se vaya mejor. Que Carlotto haya sido tan explícita en alentar el helicóptero, me parece que fue un grave error,

El video de la Casa Rosada fue más moderado de lo que yo esperaba. Por lo menos, después de haber escuchado las cosas que dijeron Milei y Villarruel en la campaña, que fueron aún más explícitas en negar la represión ilegal. Yo creo que se cuidaron.

Los bloques "dialoguistas" son tres actores diferentes. Los tres tienen comportamientos distintos, no es lo mismo el PRO que los radicales y el bloque de Pichetto, pero son bloques que están resquebrajándose.

Tienen distintas paciencias con el Gobierno y tienen también distintas urgencias de buscar acuerdos. Para el PRO, obviamente que es mucho más necesario ese acuerdo, mientras que en el radicalismo las diferencias son mucho más pronunciadas, y el bloque de Pichetto era desde el principio un bloque muy heterogéneo, que está organizado para capturar cargos en el Congreso e influir más en las decisiones. De todos modos, yo veo difícil que esos bloques tengan algún futuro si no encuentran la forma de cooperar.

Tal vez Milei pueda tener la idea de que estos cien días le enseñan que no le conviene sentarse en serio a negociar, que le conviene estirar las cosas.

Lo que pasa es que una cosa son los primeros cien días y otra cosa son los segundos y los terceros. Él puede estar sacando una conclusión sesgada por el impulso del inicio, y la situación no va a ser la misma dentro de tres, cuatro o seis meses. El asunto es que tal vez cuando se dé cuenta de eso ya sea tarde.

Por otra parte, Villarruel se las trae y ella no va a ser una figura decorativa. Dice 'yo tengo mi rol institucional y además tengo mi derecho a decir todo lo que no estoy de acuerdo, después puedo obedecer al Presidente, pero decido yo si obedezco al presidente'. Su entrevista no fue para pacificar, sino para marcar el terreno.

A mí me llama mucho la atención que después no hayan replicado prácticamente nada desde la Presidencia. Me parece que consideraron que seguir escalando el conflicto no les convenía, pero se lo tienen que bancar y digerir y no sé cómo lo van a digerir. La verdad es que Milei no parece ser muy propenso a escuchar argumentos de este tipo.

Incluso (Patricia) Bullrich salió a decir que ella estaba dispuesta a debatir el tema del rol de las Fuerzas Armadas. Después (Luis) Petri aclaró que no querían que los militares estuvieran involucrados en muchas cosas, solamente en el apoyo logístico. Osea, trataron de adaptar su planteo a lo que estaba objetando Villarruel.

Eso no está mal. Es un juego político interno donde tampoco está claro que Milei tenga una estrategia definida para formar el consenso que necesita, ni siquiera en su grupo si él quiere gobernar solo.

¿Cómo es la dinámica entre el Presidente y los demás actores del oficialismo? Eso no está para nada claro. Sale Caputo a decir que a ellos la política no les interesa, que gobiernan con la gente, con la opinión pública y con la economía. Si esa es la visión que tiene, porque además Caputo dijo que él estaba repitiendo la fórmula que celebró Milei de Bullrich en una reunión de gabinete, o sea que eso es más o menos un acuerdo de gabinete sobre cómo piensan gobernar.

A mí me parece absolutamente absurdo. Si esa es la forma en que ellos creen que va a funcionar el gobierno, sin el juego político porque no lo necesitamos, es una locura.