Roma Incendiada de Verbos

María del Pilar Carabús nos tiene acostumbrada a un exhaustivo análisis de la realidad que va cambiando según pasan los años. Nace en un fiel formato de poesía, muta a la prosa y se transfigura vehemente en sus columnas.

Como una eterna rara avis, perdonar simulaciones de realidad no está en su interés.

Hoy con su segundo libro "Roma Incendiada de Verbos" editado por Autores de Argentina hace explotar con maestría la comodidad de esas zonas del ser humano usadas como refugio. Definitivamente tiene la capacidad de «revelar».

Quizá sin darse cuenta como juego de palabras sigue pregonando el amor en todas sus formas, Roma en su palíndromo nos conduce al Amor.

Empieza su obra con "Profecía", poema, que hace gala de un pasado fusionado al presente en un mismo renglón existencial, exponiendo la hipocresía de los núcleos de poder y sus rehenes.

Con un vuelo lírico, social e histórico, genera para las nuevas generaciones un contenido comprometido ?Sí? esa es la palabra que la distingue.

"Profecía" , poema, que hace gala de un pasado fusionado al presente en un mismo renglón existencial.

Dejarse llevar es la consigna en esta obra donde el erotismo no deja de tener su silla. Particularidad que la autora sigue mostrando como trama ineludible de pulsión.

El deseo no se apaga, simplemente conquista escenarios.

En "Preludios e Interludios" se intensifica esa ironía poética como una parodia definitivamente necesaria hacia algunos conceptos bastardeados por una sociedad que no se atreve a la reformulación institucional.

María del Pilar en cada una de las páginas de Roma Incendiada de Verbos intensifica su apuesta creativa manejando un timón que invariablemente navega hacia una profundidad que deja huella auditiva y emotiva.

Descubrir y desmenuzar lo que no se dice explícitamente es el ejercicio más entretenido de lectura al que nos lleva la escritora.

Desde sus comienzos hasta hoy nunca ha perdido el sólido artilugio de empapar al lector en la realidad con una determinación artística llena de inexcusables metáforas.

En este mundo existe una escritura que además de llevarnos a la reflexión genera un pensamiento propio de narración. La belleza nunca deja de nadar.

María del Pilar en cada una de las páginas de Roma Incendiada de Verbos intensifica su apuesta creativa.