Se cumplen 17 años de la última vez que nevó en Buenos Aires

El 9 de julio del año 2007, fue un día especial para los residentes de la Ciudad de Buenos Aires, no solo porque se celebraba el Día de la Independencia, sino porque en un evento histórico nevó en la ciudad.

De acuerdo con el SMN (Servicio Meteorológico Nacional), los primeros registros de caída de nieve de ese 9 de julio se dieron en Pergamino, Venado Tuerto y Junín. Con el paso de las horas, la novedad llegó al Gran Buenos Aires. Fue la localidad de Morón la primera en experimentar nevadas, que luego se extendieron por el oeste.

La noticia fue tapa de diarios y llegó a todos los noticieros. Ese día, también nevó en otras localidades de la provincia bonaerense, el sur de Santa Fe, Córdoba, San Luis, el norte de Mendoza, San Juan, La Rioja y Catamarca.

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Habían pasado 89 años desde el registro de la última nevada en Buenos Aires, por lo que el evento sorprendió a todos. Incluso a pesar del frío inclemente, los ciudadanos salieron a las calles para disfrutar y jugar entre la nieve. Las imágenes de niños haciendo muñecos de nieve, de adultos riendo bajo la nevada, inundaron las pantallas de televisión.

Por estos días, casi todo el país atraviesa una intensa ola polar, donde las temperaturas descienden por debajo de los 0 °C en varias localidades, por lo que los ciudadanos creen que podría volver a nevar en la capital.

Sin embargo, para que esto ocurra tiene que haber unas condiciones específicas. En primer lugar, una masa de aire polar muy frío debe ingresar desde el sur, bajando las temperaturas a niveles inusualmente bajos para la región, cercanos o inferiores a los 0 °C.

Además, debe existir suficiente humedad en la atmósfera para que se formen precipitaciones. Así, la interacción entre el aire frío en altura y la humedad provoca la formación de nieve en lugar de lluvia.

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