08/11/2024
El presidente electo de Estados Unidos superó a su predecesor, quien en 2004 obtuvo un respaldo hispano del 40%.
El apoyo de los votantes latinos a Donald Trump en el último "Súper Martes" ha marcado un hito en la historia electoral de los Estados Unidos. Con un 45% del respaldo latino, el presidente electo ha logrado superar a figuras republicanas anteriores, como George W. Bush, quien había alcanzado un 40% en su momento. Además, Trump ha incrementado su apoyo latino en 13 puntos porcentuales respecto a las elecciones de 2020, cuando no logró la reelección.
Este significativo aumento en el respaldo latino ha sido un factor clave para el republicano, que ha logrado imponerse en cinco de los siete estados bisagra en disputa en esta jornada electoral, una victoria que lo ha consolidado como favorito para la presidencia, con la vista puesta en los resultados finales en Nevada y Arizona, donde también mantiene una ventaja.
En contraste, Kamala Harris, la candidata demócrata, ha experimentado una caída considerable en el apoyo de los votantes latinos. Con un 53% de respaldo latino, la vicepresidenta electa ha quedado muy por debajo del 65% que logró Joe Biden en 2020 y aún más lejos del 71% y 73% que Barack Obama obtuvo en sus victorias de 2008 y 2012, respectivamente.
La disminución en el apoyo latino a Harris ha sido especialmente notoria en varios estados cruciales para el resultado electoral. En Michigan y Pensilvania, dos estados clave para la victoria demócrata, la caída ha sido pronunciada. En Michigan, Harris logró solo un 35% del voto latino, una caída drástica en comparación con el 59% que Biden obtuvo en 2020. En Pensilvania, su respaldo se desplomó al 57%, una disminución significativa respecto al 68% que Biden consiguió hace cuatro años.
Otros estados tradicionalmente disputados, como Florida y Texas, también registraron descensos en la preferencia latinoamericana hacia los demócratas. En Florida, el apoyo a Harris cayó 11 puntos, mientras que en Texas la reducción fue aún mayor, con 15 puntos menos de apoyo en comparación con las elecciones pasadas.
El aumento del apoyo latino a Trump ha sido clave para su éxito en estos comicios. La estrategia del republicano se centró en temas económicos, en particular la inflación y las oportunidades laborales, que resonaron con muchos votantes latinos que se sienten afectados por las políticas actuales. Además, Trump enfatizó cómo las políticas migratorias implementadas por el gobierno de Biden afectan negativamente a las comunidades latinas en el país, un mensaje que ha calado hondo en varios sectores de este electorado.
Este cambio en el voto latino refleja un panorama más diverso y fragmentado en las preferencias políticas de este grupo, que históricamente se asumió como un bloque monolítico en favor de los demócratas. El resurgimiento de Trump entre los latinos muestra que este electorado está cada vez más dispuesto a tomar en cuenta factores económicos y de estabilidad política al momento de decidir su voto, en lugar de alinearse exclusivamente con los partidos tradicionales.
La jornada electoral del "Súper Martes" ha dejado claro que el panorama político en los Estados Unidos sigue cambiando, con un respaldo latino más dividido y un Donald Trump que ha logrado captar una parte significativa de este electorado, desafiando las predicciones tradicionales. La contienda está lejos de terminar, y los resultados en Nevada y Arizona podrían ampliar aún más la ventaja republicana, consolidando a Trump como un serio contendiente por la presidencia.
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