La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) decretó, desde el año 1979, que cada 16 de octubre se celebre mundialmente el Día de la Alimentación, con el fin de disminuir el hambre
, un propósito que también se incluye en la Agenda 2030 con el objetivo de “hambre cero”.
Particularmente en este año 2020, se hace un llamamiento mundial a la solidaridad para conseguir que los alimentos saludables lleguen a todos los rincones del planeta, especialmente a los lugares más desfavorecidos y que han sido fuertemente golpeados por la pandemia de coronavirus. Por otro lado, se incentiva a brindar un homenaje a los “héroes de la alimentación” de todo el mundo, quienes plantan, cultivan pescan o transportan alimentos. Este año, el lema corresponde a “Cultivar, nutrir, preservar. Juntos”.

Otra apuesta importante por parte de la FAO, además de creer en un mundo en donde todos tengan acceso a un plato de comida, es que esa alimentación sea saludable y cubra los requerimientos correspondientes del organismo según la edad de cada persona
. Se estima que mundialmente hay 672 millones de adultos y 124 millones de menores que son obesos, y un total aproximado de 40 millones de niños menores de 5 años padecen de sobrepeso. Un estudio realizado por la FAO demostró que en los últimos años la comida rápida desplazó a la comida del hogar y se sustituyeron ingredientes importantes como frutas y verduras por harina, azúcar, grasas y sal. Además del problema del sedentarismo, algo propio de las profesiones disponibles en las grandes ciudades. Hoy en día, la mala alimentación es la principal causa de muerte y discapacidad.
A lo largo de la historia, el ser humano se ha alimentado de 6.000 plantas aproximadamente, pero el cambio en los hábitos alimenticios sumado a la prioridad que tienen los cereales en el mercado actual, ha reducido la biodiversidad de plantas logrando que solo 9 ya representen el 66% de la producción total de cultivos en todo el planeta.
Para llevar adelante una conducta de alimentación sana, lo primero que hay que hacer es apostar por las comidas hechas en casa y ayudar a los productores locales a seguir generando vegetales, frutas y verduras, que son muy ricas en vitaminas y minerales. También es importante elegir alimentos más saludables para los niños. Como, por ejemplo, sustituir una torta de chocolate por galletas de avenas y pasas, o simplemente darles chocolate negro, ya que aporta muchos beneficios al organismo. Otro punto importante es disminuir el uso de aceite y sal en la cocina, además de tener una rutina de ejercicios diarios.