Harry Maguire, capitán de Manchester United, experimenta días convulsionados. Luego de que los Diablos Rojos fueran eliminados por Sevilla en la semifinal de la Europa League, el defensor se encontró envuelto en una polémica. El último jueves por la noche, la policía de Grecia detuvo al futbolista tras haber formado parte de una pelea con otros turistas en un bar de la isla de Miconos.
Según informan medios locales, las autoridades intervinieron con la intención de detener el conflicto entre las personas, las cuales serían todas de nacionalidad británica, pero tres de los acompañantes del jugador de la selección de Inglaterra habrían agredido a los oficiales. En consecuencia, el grupo de implicados, donde estuvo incluido el marcador central, fue trasladado a la comisaría de la localidad.

Luego, los sujetos habrían continuado agrediendo física y verbalmente a los efectivos. Por lo tanto, la situación se agravó y se convirtió en una detención formal. Con anterioridad, el portal Mykonoslive.tv capturó imágenes del surgido en la cantera de Sheffield United disfrutando de la noche en una calle con aglomeración de gente, actividad nocturna y donde nadie utilizaba barbijo.
El incremento de casos de coronavirus derivó en que este viernes el Gobierno griego declarara a Miconos como una zona de alto riesgo de contagio por la enfermedad, ya que se trata de un recinto turístico habitual en Europa. En este escenario, se intensificaron las medidas de seguridad sanitaria, con la intención de mitigar la diseminación del virus.

Al igual que en otras ciudades, en la isla se prohibió todo tipo de eventos públicos, como fiestas, ferias, procesiones o mercados. Además, no se podrán llevar a cabo reuniones entre más de nueve personas. Los bares y restaurantes solo podrán permanecer abiertos hasta la medianoche y solo se permite que cuatro clientes ocupen una misma mesa. En consonancia, se debe usar tapaboca en el interior y exterior del lugar.
Maguire, de 27 años y con pasado en Hull City, Wigan y Leicester, fue incorporado por el United en agosto de 2019 a cambio de un importe estimado en 87 millones de euros. El monto de la transferencia propició en que se transformara en el defensor más caro en la historia del fútbol. En su primera temporada bajo las órdenes de Ole Gunnar Solskjaer, disputó 55 partidos, marcó tres goles y brindó tres asistencias.