A través del Decreto 168, publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno determinó volver a prorrogar el incremento de los impuestos a los combustibles, que estaba previsto para este 1 de abril. De esta manera, se postergó el aumento hasta el 1 de julio, con el fin de evitar que se traslade a los precios del surtidor y reducir así el impacto que tendría la inflación.

Cabe mencionar que la medida se había tomado el pasado 1 de enero, cuando se resolvió suspender también la actualización del impuesto a los combustibles hasta marzo, para atenuar un aumento generalizado de precios.
Dentro de los considerandos, se explicó que “tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles”. Asimismo, el Ministerio de Transporte argumenta, en el decreto, que la prórroga de la actualización impositiva tiene como objetivo “una estabilización y una adecuada evolución de los precios”.
Con la reforma impositiva del año 2017, se fijó un monto del impuesto que debe actualizarse cada tres meses según la variación del Índice de Precios al Consumidor. Pero, en varias oportunidades se decidió postergarlo. Al respecto, los expertos indican que si no se suspendía el aumento impositivo el incremento en las naftas y el gasoil sería sustancial producto del impacto inflacionario.