Alberto Fernández no está teniendo mucha suerte -ni aceptación- en cuanto al proyecto de reforma judicial que presentó hace poco menos de un mes con el fin de que la Justicia "funcione de otra manera". Mientras que en el Senado nacional el oficialismo avanza rápidamente para debatir el proyecto que impulsa el Ejecutivo, y ya firmó dictamen ayer 19/08 para tratarlo en el recinto antes de fin de mes, en la cámara de Diputados la realidad es totalmente distinta.
Y es que al Frente de Todos en el Congreso «se le embarró la cancha» respecto a la aprobación final de la reforma judicial. Primero, Juntos por el Cambio dijo que no acompañará en la votación, pero en las últimas horas, dos bloques que eran fundamentales para que salga la ley, le han advertido al oficialismo que tampoco la acompañarán. Son los legisladores que responden a Roberto Lavagna, economista y excandidato presidencial, y los de las filas del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.

Como si no bastara con la marcha del pasado 17 de agosto, que hizo ruido en el oficialismo por la masiva convocatoria que logró, e incluso, sorprendió hasta a la propia dirigencia opositora, al Presidente de la nación le siguen llegan malas noticias respecto al proyecto de reforma judicial que presentó hace semanas atrás. Si bien la idea del Presidente nacional es buscar una Justicia «más justa, transparente y autónoma», todo indica que buena parte de la política duda de las intenciones del Gobierno y han decidido revelarse al mandatario nacional.
Si bien la reforma judicial está avanzando sin muchos traspiés en la cámara de Senadores y ayer consiguió
dictamen para avanzar con el debate en el recinto, para que un proyecto se convierta en ley debe ser aprobado por ambas cámaras: Senadores y Diputados.
En el Senado el oficialismo tiene mayoría, por lo que no tiene mayor problema y el proyecto probablemente avance sin sobresaltos, sin embargo, los inconvenientes se notarán cuando se gire a Diputados.
En Diputados el panorama para el oficialismo es negro, y desde el Frente de Todos aseguran que varios legisladores se han puesto de acuerdo para «embarrarle la cancha» a Alberto Fernández y a CFK, en su intento de «meter la mano» en la Justicia argentina.
Los primeros en mostrar su descontento con el proyecto de reforma judicial fueron los diputados nacionales de Juntos por el Cambio,
quienes desde el día uno han advertido al Gobierno que no votarán la reforma que impulsa el Ejecutivo, incluso, en las últimas horas le enviaron una carta pública a Alberto Fernández para que retire el proyecto que ingresó al Congreso. Uno de los más duros fue el diputado nacional de la UCR, Mario Negri, quien le aseguró al Presidente que ese proyecto "nació muerto".
Luego de la marcha del 17 de agosto pasado, quienes se sumaron a la negativa fueron los diputados de Consenso Federal, bloque que responde al economista y excandidato presidencial Roberto Lavagna.
Consenso Federal está integrado por la diputada Graciela Camaño, y los diputados Alejandro "Topo" Rodríguez y Jorge Sarghini, quienes el martes 18/08 anunciaron que tampoco acompañarán el proyecto de ley.
"Sin un acuerdo político fuerte y extendido, la reforma judicial es inviable. Y está claro que un acuerdo de ese tipo no existe. Por eso, ratifico que el bloque de Consenso Federal no la votará"
, fue lo que dijo el «Topo» Rodríguez al hacer el anuncio. Mientras tanto, Graciela Camaño dijo que la reforma judicial es «absolutamente inoportuna».
Pero los rechazos a la reforma continuaron, y ayer por la tarde 19/08, quienes decidieron que tampoco acompañarán son los diputados nacionales por Córdoba.
Son los diputados Carlos Gutiérrez, Alejandra Vigo, Pablo Cassinerio y Claudia Márquez no van a votar a favor, y lo que alegan es que "no existe consenso político" para avanzar con la reforma
.

Por si algo más le faltaba a la mala racha del Presidente respecto a la reforma judicial, los que también sorprendieron con su decisión fueron los diputados nacionales del Frente de Izquierda, quienes para sorpresa de muchos tampoco acompañarán en la votación.
«No apoyamos la reforma judicial ni la votaremos. Impulsamos la elegibilidad por voto popular de los jueces. Estamos contra la impunidad de las dos orillas de la grieta«, dijeron desde el FIT.
Por lo pronto, el único aliado que le queda al Frente de Todos, es el interbloque que conduce el mendocino José Luis Ramón, Unidad Federal, que generalmente acompaña al oficialismo en sus proyectos, pero aún con el apoyo de Unidad Federal, el oficialismo no llega con los números.