El reporte oficial informó que la cifra de fallecidos ascendió a 60 mientras que los hospitales se encuentran colapsados
ante la llegada de cientos de heridos como consecuencia del terremoto de magnitud 6.2 sucedido el viernes por la madrugada y replicas durante el sábado.
“Es mejor refugiarse por si ocurre algo peor”, dijo un habitante de Mamuju, Abdul Wahab, refugiado en una carpa con su esposa y cuatro hijos, entre ellos un bebé.

El epicentro fue a 36 kilómetros al sur de Mamuju, la capital de West Sulawesi, donde viven unas 110 mil personas
y el terremoto tuvo una profundidad de 18 kilómetros, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El temblor sembró el pánico entre las poblaciones del oeste de la isla, que ya fue devastada en 2018 por un violento sismo seguido de un tsunami que causó 4.300 muertos.
Otras víctimas fueron encontradas más al sur donde se produjo una réplica el sábado por la mañana.
Entre los numerosos edificios en ruinas, incluida la sede del gobernador de la provincia Célebes Occidental, miles de personas improvisaron refugios con lonas para protegerse de las lluvias.
La asistencia llegó a través de aviones y barcos con equipos de emergencias y víveres, además de un buque enviado por la Marina para ayudar a los hospitales que se encuentran desbordados.
“La situación en Indonesia es urgente”, alertó la ong Project HOPE, dado que “el Covid-19 complica todavía más la respuesta”.
Entre los que tuvieron que dejar sus casas, también hay personas que no quieren volver a sus viviendas, por miedo a las réplicas o a un tsunami, como en 2018.
Esta no es la primera catástrofe que sacude al archipiélago asiático que en el 2018 sufrió un temblor de magnitud 7.5 seguido de un tsunami que fue devastador.
En la actualidad, además del sismo, en la parte indonesia de la isla vecina de Borneo, se registraron varios muertos como consecuencia de las inundaciones mientras que decenas de personas permanecen desaparecidas.
En la provincia de Java Occidental, al menos 28 personas perdieron la vida tras las fuertes precipitaciones
.
Al sismo y las tormentas, se suma el volcán Semeru, el cual entró en erupción el sábado por la noche,
con cenizas de 4.500 metros de altitud.
La ubicación geográfica del archipiélago en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es una zona de fuerte actividad sísmica y erupciones volcánicas.