Durante la madrugada de este lunes, un brutal terremoto sacudió al sureste de Turquía. El temblor fue de magnitud 7,8 y lo siguió otro sismo de 6,7. El mismo se sintió en varias provincias de la región y en naciones cercanas como Líbano, Siria y Chipre, provocando el derrumbe de numerosos edificios y viviendas.
Las autoridades turcas informaron la muerte de más de 900 personas, mientras que funcionarios de la salud en Siria indicaron el deceso de 239 habitantes del país. También se reportaron más de 2.000 heridos. De acuerdo con el reporte de los Cascos Blancos en las zonas rebeldes de Siria, hay allí al menos 120 muertos. Otra organización médica dio una cifra de 106 muertos. Ambas dijeron que había cientos de heridos.
En tanto, el Servicio Geológico de Estados Unidos confirmó que el sismo tuvo epicentro a unos 33 kilómetros de la ciudad de Gaziantep, capital provincial, y a unos 26 kilómetros del poblado de Nurdagi. La oficina de Gestión de Desastres y Emergencias turca precisó que el sismo tuvo lugar en Gaziantep, provincia de Kahramanmaras.
A través de las redes sociales, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, expresó que «los equipos de búsqueda y rescate fueron enviados de inmediato” a las áreas afectadas por el terremoto. “Esperamos que superemos este desastre juntos lo antes posible y con el menor daño posible”.
Cabe mencionar que el fenómeno se registró a las 04:17 hora local a una profundidad de unos 17,9 kilómetros. El Servicio Geológico de los Estados Unidos reportó otro sismo de magnitud 6,7 con epicentro cerca del primero unos 15 minutos más tarde con 9,9 kilómetros de profundidad.
Asimismo, desde la Unión Europea, Israel, Ucrania y Rusia, ofrecieron ayuda al gobierno de Turquía luego del fuerte terremoto que dejó centenares de muertos y heridos.
