Los conocidos “coyotes”, traficantes mexicanos, aprovecharon la red social TikTok para promocionar sus servicios y así contactarse con migrantes que intentan llegar a Estados Unidos. El método utilizado es captar la atención de los usuarios con anuncios como “salida de fin de semana” o “gente de México interesada en cruzar para EE.UU”, junto con fotos de personas vestidas con ropa de camuflaje que caminan entre arbustos en una zona árida.

Cabe mencionar que la mencionada red social está bajo la lupa de Estados Unidos y Europa dado que sostienen que es una ventana de espionaje. Pero, no es solo usada como plataforma publicitaria por los “coyotes” que están en la mira de las autoridades y de la propia red. Sucede que hay internautas que también buscan o brindan consejos para atravesar el peligroso trayecto.
En tanto, el Congreso estadounidense citó a declarar al director general de la red, Shou Zi Chew, por la presunta vigilancia ilegal.
Por su parte, otro perfil que ofrece pasar a migrantes por Tamaulipas, duramente golpeado por la violencia del narcotráfico, incluye una foto de menores a bordo de un bote inflable en un río. Con el hashtag #Pollero también se ofrece “trabajo seguro” para conductores en Arizona, con pagos de US$3.000 a US$15.000. Desde camionetas hasta camiones son usados para transportar migrantes por unos US$7.000 cada uno, generalmente hacinados y sin ventilación a lo largo de cientos de kilómetros y con desenlaces fatales.
De acuerdo con los datos arrojados por la Organización Internacional para las Migraciones, 7.661 migrantes murieron o desaparecieron en el trayecto hacia Estados Unidos desde 2014, y 988 perecieron en accidentes o por viajar en condiciones infrahumanas.
Sin embargo, la publicidad de los “coyotes” circula pese a que viola las normas de TikTok, que prohíbe la “promoción y facilitación de actividades delictivas”. Las autoridades mexicanas conformaron células especializadas. En una sala llena de computadoras en Ciudad de México, los expertos de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General monitorean perfiles de redes sociales. La unidad fue creada en 2017 y se ha involucrado en unos 300 expedientes de investigación sobre trata de personas desde entonces.