Se trata de una vacuna desarrollada por la farmacéutica belga-estadounidense Janssen, junto con la Red de Estudios de Vacunas para el VIH de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos. Este prototipo de vacuna contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana llegó a la última fase de ensayos por primera vez en 10 años
.
Se utiliza la misma tecnología que se adoptó por la empresa en su vacuna contra el coronavirus, es decir, un adenovirus modificado, al cual se le agregó una combinación de proteínas del VIH para que el organismo cree anticuerpos contra las distintas cepas del virus. De esta manera, ninguna persona recibirá el virus de VIH, ni muerto ni atenuado
. La vacuna de Janssen contiene inmunógenos en mosaico, que son moléculas capaces de producir una respuesta inmunitaria contra muchas cepas del VIH.



Esta vacuna superó los estudios de seguridad y creó anticuerpos, pero aún resta saber si funciona en condiciones reales. Para verificar esto es que se están llevando adelante dos ensayos clínicos llamados Mosaico e Imbokodo:
Mosaico
es el único estudio de fase 3 de una vacuna contra el VIH en el mundo, también es el primero en llegar a esta etapa desde el año 2009. Según la propia empresa informa en su página web, el ensayo probará si la vacuna puede prevenir la infección por VIH en 3.800 hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y personas transgénero de 18 a 60 años en Europa y las Américas. A cada voluntario se le ofrecerá un paquete ampliado de prevención del VIH, y recibirá de manera aleatoria la vacuna o el placebo. El ensayo durará de 24 a 36 meses, para verificar la permanencia e intensidad de la protección. Los resultados del estudio estarán disponibles recién en 2023.



El objetivo de la vacuna propuesta por el estudio Mosaico es buscar evitar que personas VIH negativas adquieran el virus. No está orientada para personas que ya viven con el VIH.
En el ensayo Imbokodo
, se está probando si la vacuna puede prevenir la infección por VIH en 2.600 mujeres jóvenes de entre 18 y 35 años en países del sur de África, donde la transmisión es mayoritariamente por sexo heterosexual. Este ensayo se encuentra actualmente en fase 2. En los últimos 25 años, más de 30.000 voluntarios formaron parte de diferentes estudios de vacunas contra el VIH a nivel mundial y en ningún caso ninguna vacuna produjo infección, ya que éstas no contienen VIH. Ninguna demostró una protección superior al 30%.