Una mujer y su familia fueron víctimas de un violento robo en el country de Guernica, cuando cinco delincuentes armados y encapuchados ingresaron a su casa en el barrio privado San Eliseo mientras dormían.

Los ladrones, como método de tortura para que confesaran adónde guardaban el dinero, le arrancaron seis uñas de las manos a la mujer, y a su vez, la amenazaron con cortarle la lengua a una de sus hijas.
La investigación del robo paso a estar en manos de la fiscal Karina Guyot. La titular de la UFI descentralizada de San Vicente trabaja en el caso para intentar determinar la identidad de los delincuentes.
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“Le reventaron una prótesis por lo que deberá ser intervenida. La golpearon tanto que la cara parece una máscara de lo hinchada que está“, indicó el marido de la mujer en declaraciones a TN, quien prefirió no revelar su nombre.
“A la 1 de la madrugada entraron a mi casa, cinco personas que redujeron a la empleada doméstica y nos sorprendieron en la habitación mientras dormíamos. Nos golpearon con los puños y las armas que llevaban, se pusieron muy violentos. Decían que tenían el dato de que teníamos una determinada suma de dinero, pero no era así”, añadió.
El dueño de la propiedad asaltada reveló que su esposa fue quien recibió la peor parte. “La torturaron para que les confesáramos adónde guardábamos la supuesta plata. Yo les di todo lo que teníamos, pero querían más. Entonces, empezaron a arrancarle las uñas con un alicate. Le sacaron seis en total”, relató el hombre aún en shock por lo ocurrido.

“Después amenazaron con cortarle la lengua a una de mis hijas gemelas. Ahí nos enajenamos con mi esposa. Pensamos: ‘Estamos muertos’. Yo tiré al piso a uno y ella mordió a otro, como eran cinco y nos superaban en número volvieron a pegarnos. Le dieron una patada voladora a mi esposa e intentaron atarnos, pero la situación ya se les había ido de las manos y optaron por escapar“, detalló.
“Huyeron a pie. Estaban sucios, embarrados. Creemos que pudieron haber entrado por un cerco perimetral o a través de una obra en construcción. Por las cámaras suponemos que podrían haber estado escondidos desde las diez de la noche, esperando para entrar. Hay que estudiar si hubo complicidad, lo cierto es que fallaron todos los sistemas de seguridad“, indicó el hombre, quien se mostró indignado con la policía que llegó a auxiliarlos.
“Veinte minutos después del robo se escucharon dos detonaciones y los dos móviles, uno del comando de Guernica y otro de San Vicente, se peleaban por irse. No se prestaron apoyo. Fue lo más triste de la noche”, se quejó.