Cayó el consumo de yerba mate y aumentaron las importaciones agravando la situación de los productores locales

El consumo interno de yerba mate en Argentina experimentó una drástica caída del 8,8% interanual durante los primeros nueve meses de 2024, alcanzando el nivel más bajo de los últimos nueve años, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). La caída en el consumo, que pasó de 212 mil toneladas entre enero y septiembre de 2023 a 193,4 mil toneladas en el mismo período de este año, responde principalmente a la disminución del poder adquisitivo de los argentinos.

"Este es el nivel de consumo más bajo registrado en casi una década, y se encuentra 10,1 puntos porcentuales por debajo del pico alcanzado en 2021", indicó el informe de CEPA. La caída en el consumo interno, junto con una significativa reducción en las exportaciones, está afectando gravemente al sector yerbatero.

Las exportaciones de yerba mate también se han visto afectadas, con una disminución del 16,4% en comparación con el promedio de los últimos cuatro años, según los datos del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM). En términos interanuales, las exportaciones cayeron un 16,4%. Los mercados que más contribuyeron a esta merma fueron la Unión Europea y algunos países asiáticos, que habían experimentado un aumento en la demanda en años anteriores.

A pesar de un avance en la cosecha superior al de los últimos cuatro años, el aumento de los stocks en los secaderos se ha convertido en otro problema para la industria, ya que los establecimientos se ven desbordados con un excedente de yerba que no encuentra salida en el mercado local ni en el internacional.

Un aspecto preocupante es la creciente desventaja de los productores en la relación entre el precio que reciben por su producto y el precio de venta en góndola. Según CEPA, los productores solo logran captar un 5,7% del precio de venta en góndola, lo que representa una disminución de 1,3 puntos porcentuales en comparación con septiembre de 2023 y una reducción de 2,4 puntos respecto al promedio de los últimos tres años.

"Es el peor momento en términos de esta relación desde 2019", señalaron desde CEPA, subrayando que los productores locales están recibiendo una proporción cada vez más baja de lo que los consumidores pagan por el producto final.

La situación se agrava con el aumento de las importaciones de yerba mate, especialmente de Paraguay y Brasil. Según datos del INDEC, las importaciones de yerba mate canchada y molida crecieron un 149% en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando los 8,93 millones de kilos en los primeros nueve meses de 2024.

Este incremento se debe en parte a la decisión del Gobierno de reducir los impuestos sobre las importaciones de productos de primera necesidad, incluidas las materias primas para la producción de yerba mate. CEPA alertó sobre el impacto negativo que esto tiene sobre los productores argentinos, quienes deben competir con yerba importada a precios más bajos.

"El costo promedio de la yerba importada es de 1,2 dólares por kilo, lo que al tipo de cambio oficial más el impuesto PAÍS se traduce en aproximadamente $1.296 por kilo. En contraste, la yerba canchada local se estaba comprando a $1.406 en abril de 2024, lo que coloca a los productores nacionales en una posición desventajosa", explicó CEPA.

El informe también detalla que esta situación beneficia a los industriales, quienes pueden pagar menos por la materia prima importada, lo que extiende los plazos de pago y genera una presión económica considerable sobre los productores nacionales. A medida que la yerba importada gana terreno, los productores locales enfrentan serias dificultades para mantener su rentabilidad y asegurar la continuidad de sus actividades.

A la caída en el consumo interno y las dificultades con las exportaciones, se suma el aumento de los stocks en los secaderos y la presión de las importaciones, lo que ha generado un clima de incertidumbre en el sector yerbatero. La combinación de estos factores pone en riesgo la estabilidad de la industria y afecta tanto a los pequeños productores como a los actores más grandes del mercado.

Ante este panorama, los productores reclaman medidas urgentes para mejorar las condiciones del mercado interno y proteger la producción nacional de yerba mate frente a la competencia extranjera.