21/01/2025
La medida excepcional faculta al gobierno a liberar recursos adicionales o restringir la movilidad de sus habitantes. Más de 100 personas murieron y otras 20.000 fueron desplazadas en cinco días de enfrentamientos.
Colombia enfrenta una grave crisis de seguridad, que llevó al presidente Gustavo Petro a declarar este lunes el "estado de conmoción interior" en todo el país. Esta medida excepcional responde a una ola de violencia desatada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos disidentes de las FARC, que en los últimos días ha dejado más de 100 muertos y cerca de 20.000 desplazados.
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La violencia comenzó el pasado jueves en la región del Catatumbo, una zona conflictiva en la frontera con Venezuela, cuando el ELN atacó a la población civil, mientras se enfrentaba a facciones disidentes de las FARC que no aceptaron el acuerdo de paz firmado en 2016. Los enfrentamientos, que incluyeron asesinatos selectivos y combates intensos, han exacerbado la ya grave situación en una región conocida por sus narcocultivos.
El gobierno colombiano ha desplegado más de 5.000 efectivos para asistir a los miles de desplazados y proteger las zonas afectadas. Según el general Erik Rodríguez, más de 19.800 personas se han refugiado en albergues habilitados en el departamento de Norte de Santander. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, con morgues locales saturadas y cuerpos que no pueden ser recuperados debido a la presencia de los grupos armados.
Este desbordamiento de violencia llega en un momento delicado para el presidente Petro, quien asumió el cargo con la promesa de alcanzar la paz con las distintas guerrillas y grupos criminales que operan en Colombia. En respuesta a los ataques del ELN, Petro suspendió las negociaciones de paz con esta guerrilla el pasado viernes, acusándola de cometer "crímenes de guerra".
La situación se ha intensificado también en otras regiones del país, como en el departamento de Bolívar, donde los choques entre el ELN y el Clan del Golfo, un poderoso cartel narcotraficante, dejaron al menos nueve muertos. Además, en el Amazonas, se reportó la muerte de 20 guerrilleros en enfrentamientos entre facciones disidentes de las FARC, con un saldo de 80 muertos en los últimos días.
La Constitución colombiana permite al presidente decretar el "estado de conmoción interior" en casos de grave perturbación del orden público, lo que otorga al gobierno la facultad de restringir la movilidad y liberar recursos extraordinarios para enfrentar la crisis. Aunque la medida puede mantenerse por un máximo de 90 días, prorrogables, Petro no ha precisado aún los detalles sobre su implementación.
La violencia y los desplazamientos masivos también han obligado a cientos de personas a huir hacia Venezuela, mientras que muchas otras se han refugiado en albergues improvisados en ciudades cercanas. La situación ha puesto a prueba la capacidad de las autoridades para hacer frente a un conflicto que parece lejos de resolverse, mientras se intensifican las disputas entre antiguos aliados guerrilleros que ahora luchan por el control de territorios clave para el narcotráfico.
La crisis actual subraya la fragilidad de los acuerdos de paz en Colombia y la persistencia de actores armados que se niegan a desmovilizarse, lo que pone en duda la viabilidad de la pacificación prometida por el gobierno de Petro.
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