Declararon monumento histórico nacional a Cromañón

El Gobierno nacional creó el monumento histórico nacional en el antiguo local bailable donde funcionó Cromañón, tras una larga lucha de los familiares de las víctimas que exigían la expropiación para la creación de un sitio de memoria. De esta manera, mediante el decreto 571/2023, publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno declaró a los edificios del antiguo local bailable "República Cromañón" y el antiguo hotel lindante, ubicados en la calle Bartolomé Mitre N°3038/3078, como así también la parcela a cielo abierto existente sobre la calle Jean Jeaures N°51 como monumento histórico nacional al considerarlos "piezas clave por su valor testimonial".

Cabe mencionar que, el año pasado, estas propiedades ya habían sido declaradas como "de utilidad pública y sujeto a expropiación" a través de la Ley N°27.695.

Asimismo, nombraron como lugar histórico nacional al espacio donde se emplazan el espacio conocido como "Paseo de Los pibes de Cromañón", los murales artísticos alusivos y el denominado "Santuario de Cromañón", debido a que "constituyen un espacio de profunda carga simbólica, donde el carácter inquisitivo y reparador del arte popular se hace patente ante los ojos de quienes lo transitan, erigiéndose como un hito insoslayable para la memoria de las Víctimas".

También declararon como bien de interés histórico nacional a la Colección Cromañón, ubicada en la sede del Archivo Nacional de la Memoria, en el Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (ex-ESMA).

Según indica el artículo 4, "la Comisión Nacional de Monumentos y de Lugares y Bienes Históricos realizará las gestiones y procedimientos establecidos en la Ley Nº 12.665, modificada por su similar N° 24.252, en su reglamentación y en las normas complementarias, y deberá practicar las inscripciones correspondientes en los Registros Catastrales y de la Propiedad".

La tragedia de Cromañón ocurrió el 30 de diciembre de 2004 durante un show del grupo Callejeros. El lugar estaba repleto de jóvenes que se habían convocado para escuchar a la banda de rock. A poco tiempo de que comenzara el show, uno de los presentes prendió una bengala que incendió el lugar. Las llamas tomaron parte de la estructura y se empezaron a expandir con rapidez.

194 personas murieron y al menos 4.500 personas sobrevivieron, pero sufrieron las secuelas del horror, con heridas físicas y psicológicas. La causa tuvo cuatro juicios orales en los que fueron juzgadas 26 personas de las cuales 21 fueron condenadas y 18 de ellas fueron a prisión. A lo largo de estos procesos, se juzgaron a los responsables del lugar, los músicos de Callejeros, funcionarios del Gobierno de la Ciudad, empresarios, integrantes de la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal y autoridades policiales.

En los considerandos, el Gobierno destacó que la trágica noche "fue producto del accionar de sujetos públicos y privados, quienes, siendo responsables de la seguridad e integridad de terceros que se encontraban ocasionalmente a su cuidado, decidieron omitir las claras señales y reiteradas alertas en lo relativo a las condiciones del local. El evitable siniestro puso en evidencia no solo aspectos negativos de la condición humana, sino, también, el sacrificio y la solidaridad de personas anónimas que socorrieron a quienes habían quedado atrapados y atrapadas en semejante escenario de horror, poniendo en riesgo la propia vida".