Del alboroto a la frustración

Cuando el Gobierno alcanzó el viernes pasado la media sanción a la ley ómnibus en la Cámara de Diputados y de inmediato se pidió un cuarto intermedio hasta el martes, para el tratamiento en particular del proyecto, se vaía con claridad que faltaban cerrar algunos detalles para alcanzar la media sanción.

El martes, efectivamente, a poco de conseguir el compromiso de varios gobernadores para que sus legisladores levantaran la mano en temas cruciales como las delegaciones de facultades, privatizaciones e instrumentos para gestionar la emergencia, todo se truncó.

Durante el tratamiento de los primeros artículos -en realidad incisos de ellos, con exactitud- los diputados de Milei se dieron cuenta que las cosas no estaban como se había acordado. ¿Qué cambio? El talante del Presidente que, mediante declaraciones públicas, hizo saber que si se votaba la coparticipación del Impuesto País vetaría esa decisión del Poder Legislativo.

Ergo, lo que vino después fue la consecuencia de aquella manifestación de autoridad que intentaron desplegar los miembros del Gobierno, en boca del Presidente. Como secuencia de una serie de Netflix se desenlazaron los hechos: votos que iban y venían y un poroteo que no iba a ser favorable concluyeron en la decisión final de volver el proyecto a comisión.

Voces desconcertadas

La más notoria es la voz del propio presidente Javier Milei, quien expresó que "la casta se puso en contra del cambio" en un cuestionamiento a los legisladores de la oposición.

Dentro de ese espacio y entre los más allegados al Gobierno, hubo un intenso debate sobre qué hacer con la particularidad de los artículos. Fundamentalmente en el radicalismo, la Coalición Cívica y el sector de Miguel Ángel Pichetto.

También la Oficina del Presidente había apuntado a los gobernadores por no cumplir con los acuerdos: "Este martes, los gobernadores tomaron la decisión de destruir la 'Ley Bases y Puntos para la Libertad de los Argentinos' artículo por artículo, horas después de acordar acompañarla. Decidieron darles la espalda a los argentinos para proteger sus intereses e impedir que el Gobierno Nacional cuente con las herramientas para resolver los problemas estructurales de la Argentina", enfatizó la Oficina.

Lo que viene

Con la vuelta a comisión del proyecto, y a pesar de que la política hará lo que pueda para revertir esa cuestión reglamentaria, queda claro que la media sanción nunca se consiguió porque el proyecto debió ser aprobado en General -como pasó el viernes- y en particular los artículos en detalle.

Ahora resta por definirse lo que sucederá en las comisiones y cuando se volverá a tratar -si ocurre- la iniciativa que para el Presidente era vital de cara a su gestión de gobierno.