Dudas por el "Plan Caputo": Esta semana vencen Leliqs por $3,6 billones y el gobierno electo sale en busca de dólares

El famoso "problema de las Leliqs" que el presidente electo Javier Milei ubicó a la cabeza de la lista de cuestiones económicas a resolver en su gobierno vive esta semana otro incierto capítulo entre las dudas por el plan de Luis "Toto" Caputo, indicado como ministro de Economía de la gestión entrante: se aproximan vencimientos por $3,6 billones y el mercado está a la espera de si las entidades bancarias, principalmente privadas, continuarán con su migración masiva a favor de mayor liquidez, como se registró días atrás.

De acuerdo con los anticipos de La Libertad Avanza (LLA), la quita del cepo cambiario vendrá después del desarme de la "bola de Leliqs" o Letras de Liquidez, constituidas por los títulos con vencimiento a 28 días que tienen los bancos como respaldo de los depósitos en pesos. Estos instrumentos son emitidos por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que es, a la postre, otro target de la política mileísta, y persiguen el objetivo de esterilizar el exceso de oferta de dinero en el mercado.

Las estimaciones proyectan que el stock actual de Leliqs es mayor a $23 millones a una tasa efectiva anual de casi 255%, según Infobae, lo que agranda la "bola" acumulada. El problema es, como fundamentó Milei, que ese volumen de pesos podría generar una fuerte corrida cambiaria que elevara por los aires el tipo de cambio y junto a ello la inflación. Para evitarlo, el presidente electo advirtió que deberá implementarse un quirúrgico programa desde el 11 de diciembre que permita, luego, eliminar el cepo y, si la iniciativa se mantiene, dolarizar la economía.

En este marco, y con la incertidumbre todavía acerca de los lineamientos del "Plan Caputo" que se pondrá en funcionamiento apenas asuma LLA, los bancos se enfocaron la semana posterior al balotaje en realizar renovaciones parciales que permitan mudar sus pesos a instrumentos con liquidez casi inmediata, especialmente a instrumentos a un día. "El stock de pases superó al de Leliqs, representando el 5% de los pasivos remunerados al viernes previo", reveló al respecto Fundación Capital. El martes pasado hubo un "rollover" de 39,7%; el jueves, de 10,5%.

"Durante la semana, Milei declaró que no podrá levantar el cepo cambiario hasta resolver el problema de las Leliqs, y mencionó que se está evaluando un programa de canje voluntario. Anticipándose a esto, los bancos -particularmente los privados- no renovaron sus tenencias y el stock de letras del BCRA cayó en $3,3 billones, llegando a $10,7 billones. La mayoría de estos pesos se destinaron a pases, que experimentaron un incremento de $3,2 billones, alcanzando los $13,2 billones", precisó Martín Polo, funcionario de Cohen, en diálogo con Infobae.

Ahora bien: la semana entrante vencerán otros $3,6 billones de Leliqs, de los que $2 billones responden a bancos privados y los restantes $1,6 billones a instituciones públicas. La incógnita es si continuarán las migraciones a instrumentos de mayor liquidez. En tanto, los movimientos de los días anteriores debieron ser tacleados por el propio Caputo, quien al entrevistarse con las principales autoridades banqueras del país les aseguró que no se llevará a cabo un esquema forzoso de canje como el Plan Bonex de 1999. Milei también salió al cruce de ese rumor.

A su vez, el plantel económico de LLA dedica sus esfuerzos a la pronta consecución de dólares. Por estas horas, el presidente electo se halla junto a Caputo y al futuro jefe de Gabinete Nicolás Posse en Estados Unidos para avanzar en negociaciones que redunden en un financiamiento externo para llevar a cabo el desarme de las Leliqs. Los dirigentes desarrollarán una serie de encuentros con representantes del gobierno de Estados Unidos y con funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de la llamada entre Milei y la directora del organismo Kristalina Georgieva la semana pasada.

Por lo pronto, el objetivo es lograr el desembolso de 11.000 millones de dólares pendientes del acuerdo cerrado entre el FMI y el expresidente Mauricio Macri en 2018. Nada asegura que la misión vaya a cosechar sus frutos; pero incluso si lo hiciera, la toma de deuda tendría que pasar después por el Congreso y ser aprobada por mayoría simple en ambas cámaras debido a una ley sancionada durante la gestión del saliente Alberto Fernández. Allí jugará un rol esencial la bancada de Juntos por el Cambio (JxC), que podría darle quórum a la minoría oficialista. Tal vez eso explique el flamante eje Macri - Milei.