22/04/2025
El proyecto es impulsado por el jefe de Gobierno, Jorge Macri que busca renombrar a la cabecera de la línea D de subtes con el nombre del Sumo Pontífice, quien utilizaba frecuentemente ese medio de transporte.
Tras el fallecimiento del Sumo Pontífice, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, envió a la Legislatura porteña un proyecto de ley que busca renombrar la estación de subterráneo "Catedral" de la Línea D de subte por "Catedral - Papa Francisco", en homenaje a Jorge Bergoglio.
La estación Catedral, ubicada en el corazón de la ciudad, es un punto estratégico de la red de subterráneos, conectando con otras líneas y con la Catedral Metropolitana, donde Bergoglio ofició durante años. La iniciativa propone mantener el nombre original junto al del Papa, siguiendo un formato similar al de otras estaciones, como "Pasteur-AMIA" o "Facultad de Derecho-Julieta Lanteri". Sin embargo, la propuesta enfrenta un obstáculo legal: la Ley 83 de la Ciudad, sancionada en 1998, prohíbe designar espacios públicos con nombres de personas hasta diez años después de su fallecimiento. Para superar esta restricción, el proyecto solicita una excepción, argumentando la "importancia indiscutida" de Francisco a nivel local, nacional e internacional.
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El Sumo Pontífice utilizaba la línea D cuando debía trasladarse a Catedral y a la Sede episcopal.
"Su cercanía y sencillez se demostraba en su continuo uso del transporte público de nuestra querida Ciudad, y en particular del servicio de subte, que utilizaba para llegar a la Catedral Metropolitana y a la sede episcopal", señala el proyecto que lleva la firma de Jorge Macri.
La iniciativa llega en un contexto de duelo por la muerte del Papa, quien falleció a los 88 años tras un pontificado de 12 años. En Buenos Aires, su partida movilizó a miles de personas, con misas masivas en la Catedral Metropolitana y en la parroquia San José de Flores, lugares ligados a su vida. Macri, al anunciar el proyecto, expresó que el cambio de nombre busca perpetuar el legado de Francisco, recordado también por su pasión por San Lorenzo de Almagro y su admiración por figuras como Jorge Luis Borges. La Legislatura porteña deberá debatir la propuesta en las próximas semanas, mientras los porteños reflexionan sobre el impacto de un líder que, desde los vagones del subte, conquistó al mundo con su mensaje de humildad.
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