18/04/2024
En principio uno no tenía previsto que a lo mejor un gobierno que justamente había sacado un DNU para liberalizar los precios, ahora tome este tipo de decisiones, con lo cual nos pone el tema de la real política arriba de la mesa.
Por
Gustavo Marangoni
Me parece que el Gobierno está buscando su velocidad de crucero, como todo gobierno nuevo, con las características del de La Libertad Avanza, que está haciéndose desde cero, en tanto y en cuanto no era una estructura como las que nosotros estamos acostumbrados que gobiernan la República Argentina.
En principio uno no tenía previsto que a lo mejor un gobierno que justamente había sacado un DNU para liberalizar los precios, ahora tome este tipo de decisiones, con lo cual nos pone el tema de la real política arriba de la mesa. Es decir, cómo en el ejercicio de una gestión te tenés que ir reinventando. Yo por eso utilizaba el término de velocidad de crucero.
El Gobierno arrancó en diciembre con una amplia vocación y pretensión fundacional, con el DNU y una ley ómnibus de 600 artículos. Ahora, unos meses después, vemos que la ley, que había pasado de los 600 a los 400, se está negociando alrededor de los 200. Además, el Ministro del Interior está llevando adelante negociaciones con los gobernadores y el tema de la política monetaria ya no es dolarización o nada. Es decir, la realidad opera independientemente de declaraciones, de cuestiones doctrinarias, ideológicas, conceptuales, y te va llevando a alterar el plan de vuelo original. Siempre uno planifica las cosas de una manera y después la realidad te obliga a corregir.
Si nos vamos de vacaciones y el primer día vamos a hacer una excursión, el segundo día vamos a hacer una actividad y después aparece el clima y te dice 'reprogramá'. Bueno, con los gobiernos pasa igual, por más que se planteen duros en términos ideológicos y digan que no se van a correr de su itinerario, en todo caso está hablando de orientaciones.
Está claro que la orientación del gobierno de La Libertad Avanza pasa por resetear el Estado, alcanzar el equilibrio presupuestario. Ahora, las herramientas y las metodologías las vas reexaminando a medida que probas un camino y te sale más o menos, te sale muy bien o te sale mal.
De alguna manera, celebro que el Gobierno se haya dado cuenta que este necesario freno a las prepagas, que no tiene nada que ver con sus ideas, viendo el costo político y sobre todo para las familias, en especial de la clase media, que no pueden pagar esas cuotas de prepaga.
Por lo menos levantaron el teléfono, a diferencia de lo que había sido el ministro Caputo diciendo 'se le fue la mano', siendo que él es el único que tiene el poder de policía, de poder llamar a una mesa de negociación y 'no podemos dejar que ustedes pongan el precio que quieran, porque en el medio de la familia van a tener que darse de baja'. Es la diferencia entre tener una idea y tener ideologismo.
Tu ideología, tu marco de ideas, te pueden decir o llevar en una dirección. Ahora, el ideologismo es decir 'a mí la realidad no me importa'. Y si vos decís que la realidad no te importa, en general, te va a ir mal. Le pasa al técnico de fútbol, que a lo mejor quiere salir a jugar con cuatro delanteros, y a los diez minutos va perdiendo 3 a 0, tiene que ver qué está haciendo ahí, porque a lo mejor descuidó mucho la línea de atrás, a lo mejor está haciéndolo de una manera bastante atolondrada. Por eso vuelvo a señalar este tema, velocidad de crucero, cuando nos tomamos un avión, esperamos que el comandante en algún momento te diga, bueno, hemos alcanzado los 10.000 metros de altura, ahora sí viene el servicio de catering, no hay turbulencias.
Yo creo que el Gobierno está en la búsqueda de eso. Todavía no lo alcanzó, porque cuatro meses no es mucho tiempo, pero para una administración que se encontró de chiripa con la gestión, que hace un año ni ellos ni muchos pensaban que eso era siquiera una posibilidad, es algo que se va armando a medida que se va haciendo.
Para cualquier equipo que se hubiese hecho cargo iba a ser complicado, pero el cirujano mayor que se hizo cargo entró al quirófano con una motosierra y con una peculiaridad que tiene, no solo por cuestiones biográficas, individuales, personales, sino por las que tiene su armado, aunque suene una palabra que no es del todo precisa para describir a esta administración.
Entró de esta manera y está llevando el itinerario adelante en parte como puede, en parte como la realidad le va indicando, con una voluntad o un deseo de cambio del 50% de la sociedad que dice 'no sé de qué se trata esto, pero lo otro no, entonces veremos'.
Vos podés tener tu corazoncito de un club y decir yo quiero que gane tal equipo, pero no podés ser determinista y decir esto va a salir de tal o cual manera, sobre todo en un país como el nuestro, donde hay tantas variables tan atadas a una cuestión de incertidumbre.
Discursivamente yo no sé si los próximos 100 días van a ser muy distintos a los que pasaron. El Presidente tiene la necesidad de seguir castigando, porque de alguna manera lo votaron también para ser el látigo de la casta, de los políticos, de determinados empresarios, del periodismo. Entonces, si no continuara esa línea probablemente decepcionaría a algunos que quieren que esté picanteando todo el tiempo, pero eso no quiere decir que por debajo estén pasando estas cosas y que, aunque sean terriblemente amantes de la libertad absoluta, intervengan y le exijan a las prepagas que retrotraigan sus precios.
En algún momento se tenía la idea de que en febrero y marzo iban a estar aplicados todos los aumentos tarifarios, y alguien vino y dijo 'che, esto tan así no se puede hacer'. El propósito del Presidente es obtener lo más rápido posible un resultado de materia de inflación que se traduzca en un dígito de inflación.
Los alimentos sobre todo vienen ya a un nivel de un dígito, pero hay que ver cómo juegan los servicios como transporte, electricidad y gas, que te lo pueden llevar a dos dígitos. Pero bueno, si no es abril es en mayo, porque quieren mostrar ese resultado.
Ahí es donde empiezan a hacer política, porque vos podés tener el discurso antipolítica para ganar elecciones. Pero desde el momento que te involucras en un proceso electoral y sos parte de un gobierno, haces política. De hacer política supone negociar con la realidad.
Somos el patito feo del mundo. Uruguay, Bolivia, Paraguay, Chile, Brasil, hasta Venezuela tiene menos inflación que nosotros ahora. Entonces nosotros tenemos una dolencia que el mundo no tiene.
El Gobierno cree que si ordena la macro y si ordena la política monetaria, después se van a recomponer los ingresos y el nivel de actividad. Yo diría, veremos, porque primero la inflación va a tener que bajar a un nivel mensual, no sé, en junio, julio, agosto, si el gobierno cree que las cosas le salen bien del nivel del 4 o del 5%, que sigue siendo altísimo respecto a todo lo que veníamos hablando, pero que para los dos dígitos que venimos desde hace cinco meses mensual sería un logro.
Veremos si eso sucede o no, porque las discusiones no son ya de naturaleza académica. Es como que nos estamos consolando con el número menos peor, porque hay muchas estimaciones privadas que dicen que el año lo vamos a terminar con un 150% de inflación.
San Francisco decía 'cuanto más bajo sea tu punto de partida, más alto será tu nivel de elevación'. Es decir, las expectativas argentinas son horribles. Seamos también honestos en esto. En noviembre del año pasado pensábamos que en la altura íbamos a tener un dólar de dos lucas.
Entonces, a eso hoy, si nos comparamos con cualquiera del barrio, no con Noruega y con Finlandia, nos damos cuenta que estamos en el quinto subsuelo, porque estamos discutiendo temas de cómo hacemos para tener una inflación de 8% anual, que cualquiera de nuestros vecinos la tiene en 2 o 3 años. Entonces, por supuesto que estamos mal. Y los que estamos mal somos nosotros, no es que están equivocados los demás.
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