El gobierno recibirá a la CGT en busca de desactivar la amenaza de paro general

Se abre el canal de comunicación entre el gobierno de Javier Milei y la Confederación General del Trabajo (CGT), cuya cúpula será recibida este miércoles por el ministro del Interior Guillermo Francos en una cumbre repentina organizada con el objetivo de evitar un nuevo paro de la central obrera, que en los últimos días comenzó a calentar motores y anunció una marcha masiva para el 1 de Mayo próximo en repudio a las medidas de la gestión nacional.

Unas diez semanas después de la primera jornada de protesta con cese de actividades en todo el país el 24 de enero último, la agrupación comandada por los dirigentes gremiales Pablo Moyano, Héctor Daer y Carlos Acuña coquetea con impulsar un nuevo paro general, esta vez en repudio a la ola de despidos en la administración pública que ya se cargó unos 15 mil puestos de trabajo de la mano de la "motosierra" liberal. El runrún no hace sino inquietar al Ejecutivo, que desea poner paños fríos a un conflicto en alza.

Ante ello, la misión de desactivar la medida de fuerza recaerá en el siempre nodal Francos, acostumbrado ya, tras solo un puñado de meses de mandato, a actuar como nexo entre la Casa Rosada y las oposiciones, vengan en forma de gobernadores, legisladores adversos, o, en este caso, representantes gremiales. Ni corto ni perezoso, el funcionario lanzó la convocatoria para mañana mismo por la tarde, en la que será la primera reunión oficial entre la gestión de La Libertad Avanza y la CGT.

El cónclave tendrá como antesala un encuentro previo entre un número de dirigentes sindicales y un grupo de senadores de Unión por la Patria (UxP): las partes buscan sumar voluntades y acordar la estrategia para rechazar la vuelta de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, que afectaría a cerca de un millón de trabajadores hoy eximidos del tributo. Se da por descontado que el tema surgirá más tarde en la cita con Francos, así como lo hará también la reforma laboral que impulsa el gobierno en la nueva "Ley Ómnibus".

El reciente historial de la actividad cegetista incluye fuertes declaraciones de parte de Moyano, tal vez el más vocal de los cotitulares de la organización, quien, tras anunciar la realización de una marcha masiva el 1 de Mayo próximo -sin cese de actividades-, advirtió que la central debatirá en los días venideros la posibilidad de llevar adelante nuevas medidas de fuerza, lo que redunda en un estado de tensa incertidumbre similar al que rigió durante todo marzo mientras otras líneas sindicales exigían el avance del plan de lucha bajo el lema "Poné la fecha".

En contraste con la aparente calma en la CGT, el dirigente sí metió segunda en paralelo en la agrupación Camioneros, donde amenazó con una eventual medida de fuerza de 48 horas con paro incluido si no se homologa la actualización salarial pactada en paritarias. Quien salió al cruce de la advertencia fue su futuro interlocutor Francos: "Los argentinos deben estar cansados de escuchar este tipo de bravuconadas. La gente está harta de que algunos gremios tengan este tipo de mecanismos de acción. Si se pasan de la línea, van a tener consecuencias".