05/11/2024
A través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno estableció que resulta necesario "adecuar la normativa a la coyuntura actual como parte de políticas públicas destinadas a promover la calidad de las películas".
El Gobierno nacional emitió este lunes el Decreto 984/2024, que establece nuevas regulaciones para la entrega de subsidios del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Esta medida, firmada por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, responde a la situación económica del país y busca ajustar la política de subsidios a la coyuntura actual, con el objetivo de mejorar la calidad de las producciones cinematográficas nacionales.
El decreto señala que, ante la necesidad de optimizar el uso de los recursos públicos, el subsidio para las películas nacionales de largometraje será calculado sobre el producido bruto de boletería, descontando los impuestos directos que graven la venta de entradas. En este sentido, el Gobierno ha definido que las producciones cinematográficas que no sean consideradas de "interés especial" recibirán un subsidio del 70% del producido bruto de boletería, hasta alcanzar el costo promedio de una película nacional de presupuesto medio. Por su parte, las películas de interés especial contarán con un subsidio del 100% sobre el producido bruto de boletería, con el mismo límite.
En cuanto a la definición de "interés especial", el decreto refiere a aquellas películas que, además de ofrecer una calidad notable, contengan valores educativos, sociales, morales o nacionales relevantes, o que se dirijan a públicos específicos, como la infancia.
El texto remarca que la medida responde a una crítica situación de la industria cinematográfica, donde la participación del cine nacional en las salas ha disminuido significativamente. Según datos oficiales, en 2014, el cine argentino representaba el 17,84% de las películas vistas en las salas nacionales, mientras que en 2023 este porcentaje cayó al 7,35%. De las 236 películas estrenadas con subsidio en 2023, solo cuatro superaron los 100.000 espectadores, y 100 no llegaron siquiera a los 1.000 espectadores.
A través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno estableció que resulta necesario "adecuar la normativa a la coyuntura actual como parte de políticas públicas destinadas a promover la calidad de las películas".
El Gobierno busca con esta reglamentación evitar que los subsidios se otorguen a producciones con bajo impacto comercial, promoviendo así un cine que logre mayor acogida por parte del público. El Decreto 984/2024 pone énfasis en la necesidad de vincular el otorgamiento de los subsidios a la calidad y la rentabilidad de las películas, más allá de las ideologías que puedan estar presentes en las producciones.
Además de regular los subsidios a través de un sistema más vinculado a la taquilla, el decreto establece un límite claro en cuanto al monto total que una película puede recibir. Los subsidios no podrán superar el 50% del costo total de producción de una película, y ningún proyecto podrá recibir más del 5% de los recursos totales asignados por el INCAA cada año. También se estipula que las películas que reciban subsidios no podrán solicitar más fondos del INCAA durante el año siguiente a la finalización del proyecto.
De acuerdo con el Decreto 984/2024, las películas nacionales que estrenen comercialmente después del 24 de julio de 2024 serán las primeras en estar sujetas a esta nueva normativa. El subsidio se liquidará trimestralmente y en un plazo de hasta 24 meses a partir de la primera exhibición comercial de la película, siempre que se cumpla con los requisitos establecidos por el INCAA.
El decreto también regula los subsidios por otras formas de exhibición de las películas, como plataformas digitales y festivales. Para la liquidación de estos subsidios, se requerirá la acreditación de la audiencia de la película en estos formatos, y el INCAA tendrá la facultad de dictar las normas reglamentarias correspondientes para la acreditación y liquidación.
Este decreto se enmarca en el proceso de reestructuración del INCAA iniciado con el Decreto 662/2024, firmado el 24 de julio por el presidente Milei. En esa ocasión, el Gobierno fijó nuevas reglas para el financiamiento de la industria cinematográfica, exigiendo que las productoras cubran al menos el 50% de sus proyectos con financiamiento privado. Además, se estableció un límite máximo de subsidio por producción y se instituyó que las productoras que reciban subsidios no podrán solicitar más fondos públicos durante el año posterior.
Este ajuste en la política de subsidios tiene como objetivo incentivar una mayor eficiencia en la gestión de los recursos destinados al cine, favoreciendo a las producciones que logren una mayor acogida del público y reduzcan la brecha entre los fondos públicos recibidos y los resultados en taquilla.
Con el Decreto 984/2024, el Gobierno busca impulsar un cambio en la dinámica de subsidios al cine nacional, apostando por un modelo que vincule de manera más estrecha la financiación pública con el éxito en las salas. A través de esta regulación, se pretende incentivar la producción de películas de mayor calidad y con mayores posibilidades de éxito en el mercado, a la vez que se optimiza el uso de los fondos públicos, en un contexto económico desafiante.
El INCAA, como autoridad de aplicación, tendrá que ajustar su normativa interna para implementar estos nuevos criterios, mientras que los productores nacionales deberán adaptarse a las nuevas condiciones para acceder a los subsidios, que estarán más vinculados a la viabilidad comercial de sus proyectos. El tiempo dirá si esta nueva orientación logra revitalizar la industria del cine argentino y revertir la caída en su participación en el mercado nacional.
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