El papa Francisco se cayó dentro de su residencia y se lesionó el brazo derecho

El Sumo Pontífice Francisco se cayó en las últimas horas y debió ser asistido. Según informan fuentes del Vaticano, no sufrió fracturas, pero debió ser inmovilizado.

"Esta mañana, debido a una caída en la Casa Santa Marta, el papa Francisco sufrió una contusión en el antebrazo derecho, sin fractura. El brazo fue inmovilizado como medida de precaución", expresaron en un comunicado. Posteriormente, en diversas audiencias en las que participó, se lo observó con un cabestrillo en el brazo del golpe.

A pesar del accidente pudo continuar con su agenda programada para este jueves. Entre otros, se ha reunido con la presidenta del Comité Mundial para la Seguridad Alimenticia, Nosipho Nausca-Jean Jezile; con Álvaro Lario, que preside el Fondo Internacional para el desarrollo agrícola; con seminaristas argentinos, y con un grupo de musulmanes chiíes de Albania.

Se trata de la segunda caída del Papa en poco tiempo, ya que el pasado 7 de diciembre, apareció con un gran hematoma a la altura del mentón.

Hace unas horas el papa Francisco habló sobre el caso de Loan Peña, el niño desaparecido en Corrientes desde el 13 de junio del año pasado, y dijo que "una de las hipótesis" sobre qué se hizo con él es que haya sido víctima del tráfico de órganos. "Y esto se hace, ustedes lo saben. Esto se hace. Algunos vuelven con una cicatriz, otros mueren. Es por eso que me gustaría recordar hoy a este chico Loan", sostuvo.

El sumo Pontífice lo dijo este miércoles en una audiencia general. Francisco dedicó parte de su tiempo a "los cientos de millones de menores se ven obligados a trabajar", muchos de ellos en "trabajos especialmente peligrosos", "por no hablar de los niños y niñas que son esclavos de la trata para la prostitución o de la pornografía, y de los matrimonios forzados".

Desde 2022, el papa hace uso de una silla de ruedas debido a los problemas de movilidad que le provocan los dolores en la rodilla. En su autobiografía "Esperanza", publicada recientemente, Francisco afirmó que goza de buena salud y descartó renunciar a su cargo, pero afirmó que "la realidad es, sencillamente, que soy viejo".

Dijo que era "vergonzoso al principio tener que usar una silla de ruedas, pero la vejez nunca llega sola, y hay que aceptarla como lo que es".

Añadió: "la Iglesia se gobierna con la cabeza y el corazón, no con las piernas. Hago fisioterapia dos veces por semana, uso un bastón, doy todos los pasos que puedo y sigo adelante".