Entre gallos y medianoche, la Legislatura del Chaco modificó las áreas de bosque protegido y un millón de hectáreas podrán ser desmontadas

En medio del debate que se estaba dando por la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados de la Nación, la Legislatura provincial del Chaco también sesionó y convalidó un polémico proyecto en la madrugada de este martes.

Se trata de una nueva versión del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN), que modificó ostensiblemente el área de bosques protegidos de la región y permitirá que un millón de hectáreas puedan ser desmontadas.

Sancionado originalmente en 2009 luego de que lo estableciera la Ley Nacional de Bosques Nativos (2007), este marco normativo tiene la finalidad de señalar las zonas en las que está terminantemente prohibido deforestar.

En teoría, debería renovarse cada cinco años, pero en la provincia del noreste argentino recién volvió a debatirse 15 años después.

Lo peor es que está establecido que se vuelva a discutir para ampliar la zona protegida, pero los legisladores chaqueños fueron en sentido inverso y le dieron un regalo al agronegocio, que gana millones a costa de arruinar el medioambiente.

"Hemos aprobado con satisfacción el ordenamiento de nuestros bosques nativos, muy a pesar de los intereses supranacionales. Este ordenamiento permitirá llevar adelante proyectos agroindustriales de manera ordenada y controlada por el Estado, hasta ahora era más fácil desmontar y pagar la multa, el monte estaba librado a su suerte", celebró el diputado provincial Samuel Vargas, integrante del Inter bloque de Juntos por el Cambio, oficialismo desde que Leandro Zdero desbancara a Jorge Capitanich en las últimas elecciones para gobernador.

La algarabía de la bancada amarilla chocó de frente con la bronca y el malestar de las organizaciones ambientalistas, que condenaron enfáticamente lo ocurrido.

"Lo hicieron a escondidas de la ciudadanía. Muy pocas veces se ha sesionado a la noche y justamente terminaron de votar a las 2:40 de la madrugada, cuando la mayoría de los chaqueños ya dormían", cuestionó Débora Páez, de la ONG Somos Monte, en declaraciones a Tiempo Argentino.

"Con lo que se votó anoche se viola el principio de no regresividad ambiental presente desde la ley general de ambiente. También es violatorio en cuanto a los procedimientos, ya que no se realizaron los procesos participativos y técnicos que establecen la ley y el Consejo Federal de Ambiente. Es violatorio en el contenido de la norma, ya que no cumple con el requisito de no regresividad ambiental. Es violatorio de leyes internacionales", agregó.

Greenpeace fue otra de las organizaciones que salieron al cruce de la normativa aprobada por la Legislatura chaqueña.

"A las 2:40 de la madrugada, y de espaldas al pueblo, la legislatura de Chaco votó una ley que reduce la protección de sus bosques y permitirá el avance de las topadoras sobre territorios de campesinos e indígenas, y de especies en peligro de extinción como el yaguareté", denunciaron.

"Llevaremos la denuncia a la Corte Suprema de Justicia de la Nación", adelantaron desde la ONG ambientalista.

En el mismo sentido, el abogado Enrique Viale sostuvo que era una ley "a medida del agronegocio y las tanineras" y que acompañará las acciones judiciales.

Según los datos oficiales, solo el año pasado se desmontaron 57.343 hectáreas en la provincia del Chaco. Algo que es ilegal, ya que desde el 16 de octubre del 2020 están suspendidos por la Justicia.