04/01/2024
Recientemente, un gran grupo de trabajadores
de la salud fueron "castigados" en la provincia de Formosa de Gildo Insfrán por
haber votado a Javier Milei. Se trata de personal con años de antigüedad,
destacada trayectoria profesional y de conducta intachable. En la previa a los
festejos para recibir el Año Nuevo, un enfermero de Emergencia del Hospital
Central de Formosa, Alberto "Corcho" Moringo, contó que uno de los directores
asociados del Central lo llamó por teléfono y le dijo que a partir de enero él
y otros trabajadores más, quedaban despedidos por toda la movida que hicieron
con Milei.
El hombre le retrucó que se trata de "persecución
política", que era algo a nivel nacional que no tenía nada que ver con Formosa
y que, en todo caso, corría para los que fueron contratados en el último año,
que los que tenían ya trayectoria no tendrían que caer en eso. Según
trascendió, una mujer que trabaja en el área de Admisión del Hospital Evita fue
la encargada de revisar los estados de WhatsApp y la red social Facebook de
todos aquellos compañeros suyos que ponían cosas alusivas al líder de La
Libertad Avanza, para luego enviar un "informe" a fin de que sean puestos bajo
la guillotina del Modelo.
"En plena crisis por el dengue, mientras esta enfermedad nos está ganando por goleada, se dan el lujo de hacer estos despidos, y el que lo hace es un zángano que nunca trabajó, Lezcano es el rey de los zánganos; además es un hombre que cobra honorarios por cirugías programadas que realiza en el Hospital Central y eso no está permitido", señalaron indignados.
En tanto, la diputada provincial de Nuevo País, Gabriela Neme, dijo que iba a recibir a los trabajadores que están en situación de cesanteados para asesorarlos. Asimismo, una abogada detalló que "una llamada telefónica o un mensaje de texto no es una manera formal de despedir a nadie, no tiene validez, tienen que grabar la llamada y asegurarse así, de tener resguardo para un posible amparo por discriminación o persecución".
Por su parte, desde el Gobierno formoseño
salieron a desmentir la situación con un supuesto decreto donde hablan sobre la
prórroga de los contratos para los empleados públicos. Pero, mientras en las
redes sociales los fanáticos del modelo muestran ese decreto, la realidad es
que a muchos empleados ya les cambiaron los códigos de reconocimiento facial en
sus lugares de trabajo y por mensajes de texto les dijeron que ya no vayan más
a trabajar, que estaban en situación de cesantes, según revelaron.
Cabe mencionar que en el Hospital Central
serían 10 los despedidos y en el Hospital Evita llegarían a 33. Entre ellos,
hay personal que tiene entre 6 años de antigüedad y otros de 38 años, todos con
conducta intachable, remarcaron.
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