19/10/2023
Qatar es un país
importante en las negociaciones para liberar a los casi 200 civiles que se
encuentran secuestrados en el sur de Israel por Hamas, porque es un aliado
clave de Estados Unidos en la región y porque goza de una gran ascendencia en ese grupo islámico palestino
y otros similares como el Hezbollah libanés. Incluso, el Gobierno argentino
mantiene presión diplomática en Doha, como en El Cairo, para lograr la
liberación de los argentinos retenidos en Gaza, que podrían ser 22, de acuerdo con el número de compatriotas desaparecidos tras
el brutal ataque de Hamas del 7 de octubre.
Varios son los países que
pueden jugar un rol importante en el tema de la liberación de rehenes: Arabia
Saudita se acercó a Israel y no quiere perder su contacto con Irán con el que
restableció relaciones diplomáticas en marzo; Egipto es la primera nación árabe
en reconocer al Estado de Israel en 1979 y mantiene vínculos con las facciones
palestinas; y Turquía comenzó una ronda de contactos con el ala política de
Hamas a pedido de varios países
occidentales. Pero, Qatar alberga la mayor base militar estadounidense en la
zona, y en su capital Doha vive la dirigencia del grupo islámico palestino
responsable del secuestro masivo. También, Qatar envió cientos de millones de
dólares a la Franja de Gaza desde 2014. Oficialmente lo hace para ayudar a
operar la única planta de energía del enclave palestino y apoyar a las familias más necesitadas.
Cabe mencionar que el país árabe tiene experiencia en tareas de
intermediación, dado que fue Doha que posibilitó el acuerdo entre los talibanes
y la Casa Blanca para el retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán en
2021. Y también tuvo un rol clave en la
liberación de cinco estadounidenses detenidos en Irán a cambio de
varios presos iraníes. De esta manera, las conversaciones en curso entre
Estados Unidos y Qatar buscan lograr en una primera etapa la liberación de 50
ciudadanos con doble nacionalidad.
En tanto, Israel y Qatar no mantienen relaciones diplomáticas.
El gobierno de Benjamin Netanyahu mira con desconfianza a Doha por sus
estrechos vínculos con los grupos que considera terroristas, pero permite que Joe
Biden entable negociaciones con esa monarquía del Golfo. Además, busca asestar
un duro golpe a la televisión satelital qatarí Al Jazeera, propiedad del emir
Tamim bin Hamad Al Thani.
El Ministerio de Comunicaciones quiere cerrar las oficinas de la
cadena qatarí Al Jazeera y expulsarla de Israel, explicando que colabora con
Hamas y sirve como su portavoz. La cadena, financiada con dinero de la casa
real, desplegó una enorme cobertura en Israel y Gaza para cubrir la guerra,
tanto en su edición árabe como en inglés. El ministro Shlomo
Krei presentó un proyecto de cierre que debe ser aprobado por el
gabinete de seguridad.
Por otra parte, un funcionario del Departamento de Defensa de
Estados Unidos anunció que el Pentágono envió un pequeño equipo de fuerzas de
operaciones especiales a Israel. El equipo ayuda a Israel a recopilar
inteligencia y planificar cualquier posible operación que ayude a localizar a
los rehenes y rescatarlos.
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