15/11/2024

Sociedad

Guerra abierta entre las prepagas y los laboratorios por el precio de los remedios: "Se deberá tomar medidas"

La difusión por parte del INDEC del último dato mensual de inflación correspondiente a septiembre, del 3,5 por ciento, provocó un particular tembladeral en el mercado de la salud. Como informó Clarín el último viernes, el costo sanitario creció un 3,3 por ciento, pero con un fuerte contraste entre medicamentos y prepagas: 2,71 por ciento contra 5,61, respectivamente.

Guerra abierta entre las prepagas y los laboratorios por el precio de los remedios:

La noticia ameritó ese mismo día la celebración de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA): "Los medicamentos volvieron a liderar la baja de la inflación en septiembre. Ya acumulan 25,3 puntos porcentuales por debajo del IPC nacional en 2024". La respuesta inmediata desde la Unión Argentina de Salud (UAS) fue que ahora los remedios aumentan menos porque ya aumentaron más el año pasado y los anteriores.

Pero el cruce no quedó ahí. Este miércoles, la UAS -que agrupa a las principales prepagas y prestadores- emitió un duro documento titulado: "Farmacoeconomía y política en medicamentos", elaborado por el Observatorio sobre Costos de la Salud de dicha Unión. En lo que podría considerarse una declaración de guerra abierta, subieron al ring diferentes elementos sensibles que hicieron escalar la tensión entre las empresas de medicina privada y los laboratorios farmacéuticos.

Se refiere, por ejemplo, a la iniciativa del Gobierno de impulsar la importación de medicamentos más baratos desde la India, que viene siendo públicamente resistida y criticada por CILFA (los laboratorios extranjeros agrupados en CAEME han preferido el silencio).

La UAS señala en su documento que si bien "aparecieron advertencias sobre aspectos de seguridad sanitaria e incumplimientos de normas locales para la importación (...), también es cierto que el sector farmacéutico indio abastece más del 50 por ciento de la demanda mundial de diversas vacunas, el 40 por ciento de la demanda de genéricos de Estados Unidos y el 25 por ciento de todos los medicamentos del Reino Unido". El texto de las prepagas echa mano, a la vez, a un flamante trabajo del Centro de Estudios para la Salud Argentina (CESA), que compara cuánto cuestan en Argentina y en España 13 medicamentos de uso frecuente. Dice la UAS: "Los datos indican que comparativamente los precios en nuestro país son sustancialmente más altos, tal son los casos de la metformina, que en Argentina cuesta 34.517 pesos y en España, 2,90 euros (es decir, unos 4.350 pesos); o el diclofenac 75, que en Argentina cuesta 20.455 pesos y en España, 2,50 euros (3.750 pesos)".

A eso suma otro punto crítico en la comparación entre países: "La industria farmacéutica en España es un factor clave y estratégico de la economía, con unas 174 plantas industriales. Mientras Argentina también posee un posicionamiento muy importante, con unas 190 plantas, de las cuales 160 son de capitales nacionales. Precisamente nuestro país se caracteriza por un desarrollo muy importante de la industria farmacéutica, de gran seguridad y calidad. No obstante, sus estrategias corporativas y de relativa competencia, determinan que a pesar de la oferta de cantidad, esto no se traduce en menores precios en el mercado nacional y la comparación con España así lo demuestra".

La medicina privada a la defensiva

La UAS introduce otros conceptos duros contra los laboratorios cuando habla de "sobreoferta comercial desde la industria, muchas veces con escasa evidencia científica y relativa relación costo efectividad", y advierte que "en la actualidad, del total de recursos financieros que recauda el sistema de salud privado, el gasto en medicamentos representa casi el 40 por ciento, cuando hace 10 años no superaba el 20 por ciento". Y concluye: "Evidentemente se deberá tomar medidas desde las políticas públicas para revertir esta situación".

El documento de la UAS se difundió pocas horas después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, recibiera por primera vez a los laboratorios desde el inicio de su gestión, sector con el que el Gobierno había tenido en las últimas semanas tensiones puntualmente por la iniciativa oficial de alentar la importación de medicamentos.

La industria de las prepagas, en tanto, ha quedado a la defensiva este año desde que comenzaron los embates de la Casa Rosada, y ahora nuevamente conocidos los últimos datos del Indice de Precios al Consumidor (IPC), ya que desde el propio Gobierno se destacó el hecho de que las prepagas hayan aumentado el último mes el doble que los medicamentos. Sin embargo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, señaló en las últimas horas que sólo volverán a intervenir si vuelve a haber "cartelización".

Ése es, justamente, un rasgo que hoy no le cabría al mercado de las prepagas, ya que si se toma como ejemplo los anuncios de aumentos para el mes de noviembre, las subas comunicadas cubren un espectro que va de un 3,5 hasta un 6,9 por ciento. Es decir, una gran amplitud, en algunos casos más cercana al costo promedio de vida y en otros, más lejana. El Gobierno cree que con ese abanico de precios permite que la gente pueda elegir la cobertura que más le convenga, sentencia acorde con una población joven y sana que empieza a toparse con obstáculos a medida que los afiliados envejecen y se enferman.

Respuesta de los laboratorios a las prepagas

Frente al documento emitido por la UAS, desde CILFA decidieron responder este miércoles varios de los puntos allí abordados. Por ejemplo, el de la importación de remedios: "Todos los medicamentos de origen indio que entran a Estados Unidos o al Reino Unido son, siempre, con el aval de la agencia de control centralizado de dichos países. La industria de la India, como la de muchos países, aunque en este caso el problema es más serio, es heterogénea (poco más del 5% de las plantas farmacéuticas indias están habilitadas por las principales agencias sanitarias del mundo). Por eso ningún país renuncia al control centralizado y soberano de la calidad de los productos que importa. La obligatoriedad de control centralizado de ANMAT no se limita a la 'aprobación de la droga', sino al monitoreo constante de la calidad efectiva del lote que se importa, mediante controles periódicos de calidad y al monitoreo de las plantas en origen".

Sobre la comparación de precios entre Argentina y España, en CILFA consideraron: "Las comparaciones de precios de medicamentos deben hacerse con cuidado. Para un mismo principio activo, en todo el mundo existen diferentes marcas y presentaciones, conformando una distribución de precios que va desde mayor a menor precio. España tiene un sistema absolutamente centralizado de medicamentos, donde son financiados por el Estado, con lo cual los precios tienden a agruparse en el extremo de menor precio. En la Argentina, como en cualquier país donde hay un mercado liberado de medicamentos, como ser Estados Unidos, la variación de precios es mayor".

Por último, respecto de la falta competencia en la industria farmacéutica aludida por la UAS, en CILFA dijeron que "la propia existencia de amplitud de oferta confirma la existencia de la competencia. Las causas del aumento del gasto en medicamentos en los financiadores obedece a otras causas distintas de las aludidas. Sin contar que todos los productos de consumo masivo en nuestro país son más caros en comparación con países desarrollados".

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