El informe revela la búsqueda de China por ampliar su influencia en la región latinoamericana a través de su estrategia de inversión a través de la Nueva Ruta de la Seda: uno de los principales mercados de exportación para diez países de la región, la mayoría de ellos ubicados al sur de América Latina.
China: el aumento de su presencia en Latam
El rol desempeñado por China en América Latina experimenta un rápido crecimiento desde el cambio de siglo, generando tanto oportunidades económicas como inquietudes sobre la influencia de Pekín en la región. Las empresas estatales chinas emergen como inversionistas significativos en sectores clave, como la energía, la tecnología espacial y las infraestructuras en América Latina.
Al mismo tiempo, China supera a Estados Unidos como el principal socio comercial de Sudamérica, marcando un hito en su crecimiento económico y su influencia en la región. Además, Pekín expande su presencia diplomática, cultural y militar en América Latina y brinda un apoyo crucial en la lucha contra la pandemia de COVID-19, suministrando equipos médicos, préstamos y millones de dosis de vacunas.
No obstante, esta creciente presencia de China en América Latina también genera preocupaciones en Estados Unidos y sus aliados. Existe el temor de que Pekín utilice estas relaciones para perseguir sus objetivos geopolíticos, como el aislamiento de Taiwán y el respaldo a regímenes autoritarios en países como Cuba y Venezuela. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, califica a China como un "competidor estratégico" en la región y promete una mayor cooperación económica con América Latina. A pesar de esto, algunos analistas consideran que Estados Unidos debería intensificar sus esfuerzos en la región.
El crecimiento económico de China es especialmente notorio en sus relaciones comerciales con América Latina. En el año 2000, el mercado chino representaba menos del 2% de las exportaciones latinoamericanas, pero el rápido ascenso de China y su creciente demanda confighuran impulsos fundamentales para el auge de las materias primas en la región.
China: la evolución de su presencia en la región
En los ocho años siguientes, el comercio entre América Latina y China creció a una tasa media anual del 31%, alcanzando un valor de 180.000 millones de dólares en 2010. En 2021, el comercio alcanzó la cifra récord de 450.000 millones de dólares, y aunque se mantuivo relativamente estable en 2022, algunos economistas predicen que podría superar los 700.000 millones de dólares para el año 2035. Actualmente, China es el principal socio comercial de América del Sur y el segundo de América Latina en su conjunto, solo superado por Estados Unidos.
Las exportaciones latinoamericanas a China están compuestas principalmente por productos como soja, cobre, petróleo y aceite, que son fundamentales para impulsar el desarrollo industrial de China. A cambio, América Latina importa principalmente productos manufacturados de mayor valor añadido de China, lo que lleva a debates sobre el impacto en las industrias locales, que a menudo se ven afectadas por la competencia de productos chinos más económicos.
A partir de 2023, China estableció acuerdos de libre comercio con países como Chile, Costa Rica, Ecuador y Perú, y hasta la fecha, veintiuna naciones latinoamericanas se suman a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China. (Actualmente, se están llevando a cabo conversaciones sobre un acuerdo de libre comercio con Uruguay). Esta dinámica comercial y de inversión plantea desafíos y oportunidades significativas para la región, a medida que China continúa desempeñando un papel clave en su desarrollo económico y político.