15/08/2024
Estiman que hay más de 100 mil de estos ejemplares. Además de los conflictos que les traen a los vecinos, también preocupa que estos roedores pueden transmitir una enfermedad llamada Leptospirosis.
Para
los habitantes de Luján, la tranquilidad característica se vio perturbada por
una invasión de ardillas.
Conocida por su Basílica y la Virgen de Luján, la ciudad se enfrenta ahora a un problema: el creciente número de estos roedores está generando serios inconvenientes, ya que se comen los cables de Internet, televisión y electricidad, lo que ha provocado cortes de luz y otros inconvenientes para los vecinos.
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La
situación es preocupante porque, además de los daños materiales, estas ardillas
pueden transmitir enfermedades como la leptospirosis.
La misma es causada por una bacteria en la orina de los animales y el contagio ocurre cuando hay contacto directo con la orina, líquidos o tejidos de un animal infectado y con agua o ambientes que estén contaminados con esa orina.
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La
invasión se debe a que fueron introducidas en la zona hace décadas. Fueron
liberadas en la década de 1970 por don Ignacio Steverlynk, un belga que las
había traído con fines ornamentales, se han convertido en una verdadera plaga. Al
no tener depredadores naturales, su población ha crecido sin control.
La
situación es similar a la que sucede en Tierra del Fuego con los castores o la
invasión de cotorras en Hilario Ascasubi.
Según
informaron desde el Municipio de esa ciudad, su inesperada presencia masiva,
también está generando ruidos molestos, acumulación de brusquedades y olores
nauseabundos, por lo que las autoridades locales están en la búsqueda de
soluciones para controlar, cuanto antes posible, esta invasión que altera la
habitual tranquilidad de la Capital Nacional de la Fe de los argentinos.
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