23/12/2024

País

La industria del juguete espera una temporada navideña que ayude a frenar la caída de ventas y liquidar excedentes

El ticket promedio rondaría los $17.000 en comercios de barrio y $35.000 en cadenas. El sector empresario advierte problemas generados por la presión tributaria, el costo laboral no asociado al salario y la falta de infraestructura y logística.

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) prevé que las ventas de Navidad y Reyes Magos contribuyan a amortiguar la caída acumulada en las ventas del sector en los últimos dos años, al tiempo que permitirán reducir el excedente de stock disponible. Ambas fechas representan el 40% de las ventas anuales del rubro, con el Día del Niño acaparando el 60% restante. Según las proyecciones, la temporada de fin de año se perfila como "aceptable" y se espera que marque una leve recuperación tras la desaceleración vivida en la primera parte del 2023.

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Matías Furió, presidente de la CAIJ, explicó que las expectativas para el cierre del año son moderadas, debido a la caída en las unidades vendidas durante el último Día del Niño (-16%) y el desempeño negativo de la temporada navideña pasada (-8%). Sin embargo, destacó que se observa una mejora en el nivel de actividad en estos últimos días, lo que da esperanza de un cierre de año algo más optimista. "Las ventas están mostrando un repunte gracias a la Noche de las Jugueterías del 12 de diciembre, cuando los consumidores aprovecharon las ofertas para reservar productos y esperar promociones vinculadas al aguinaldo y a las campañas bancarias", indicó Furió.

El ticket promedio se estima en torno a los $17.000 en comercios de barrio, mientras que en las cadenas de jugueterías más grandes alcanzará los $35.000. En estos últimos, cerca del 90% de las ventas corresponde a productos importados, lo que refleja la dependencia del mercado local de productos extranjeros. Sin embargo, los juguetes fabricados en el país no experimentaron aumentos significativos en sus precios, gracias a la reducción en los costos de las materias primas, lo que compensó en parte el impacto de las subas en los servicios públicos.


El ticket promedio rondaría los $17.000 en comercios de barrio y $35.000 en cadenas. El sector empresario advierte problemas generados por la presión tributaria, el costo laboral no asociado al salario y la falta de infraestructura y logística.

En cuanto a las formas de pago, la mayoría de las compras se están realizando con tarjetas de crédito, que ofrecen descuentos y cuotas fijas sin interés, con reintegros de hasta $18.000 en algunos casos. A este incentivo se suman descuentos adicionales al utilizar billeteras virtuales como MODO y Open Pay. La variedad de precios es amplia: los juguetes más accesibles pueden costar desde los $3.000 (como un set de bloques o un auto de plástico) hasta los $350.000, como en el caso de un auto a batería o una casa de muñecas de alta gama.

La CAIJ destacó que la oferta abarca juguetes para todas las edades e intereses, desde juegos de destreza y de ingenio, hasta opciones para fomentar la creatividad, la sociabilización y la motricidad de los más pequeños. No obstante, a pesar de la diversidad de productos y las promociones, el sector atraviesa serias dificultades económicas. Según la entidad, la caída en las ventas acumuló un descenso interanual del 13% en unidades entregadas, impulsada por la retracción del consumo en la primera mitad del año.

Uno de los principales problemas del sector es la acumulación de stock, tanto de productos nacionales como importados, que no ha logrado ser vendido debido a la baja demanda. A esto se le suman dificultades estructurales, como la presión tributaria, los altos costos laborales no salariales, la falta de infraestructura adecuada y una logística ineficiente, factores que dificultan aún más la recuperación de la industria.

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Además, los empresarios de la CAIJ se mostraron preocupados por la creciente competencia desleal proveniente del contrabando y las importaciones ilegales, que representan aproximadamente el 30% del mercado de juguetes en Argentina. Según el sector, estos productos no solo eluden el pago de impuestos, sino que también ponen en riesgo la seguridad de los consumidores al no cumplir con las normativas de seguridad exigidas para los juguetes. "Este tipo de prácticas perjudica gravemente al comercio que cumple con todas las regulaciones y paga los impuestos correspondientes", denunciaron.

A pesar de estos desafíos, la industria del juguete se enfrenta a la temporada de fin de año con la esperanza de una recuperación parcial, apoyada en las festividades de Navidad y Reyes Magos, que históricamente han sido picos de ventas importantes para el sector. Sin embargo, el futuro inmediato dependerá de la capacidad de las empresas para adaptarse a las condiciones del mercado y de resolver los problemas estructurales que aún afectan a la industria.

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