Las claves del debate presidencial entre Trump y Harris

El segundo debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, celebrado el 10 de septiembre de 2024 en el Centro Nacional de la Constitución en Filadelfia, fue un campo de batalla marcado por descalificaciones personales, acusaciones y pocos detalles sobre los planes de gobierno de ambos candidatos. Aunque se esperaba un intercambio más profundo sobre políticas y propuestas, el evento terminó por exacerbar la polarización política en lugar de ofrecer soluciones claras a los problemas del país.

Un ambiente cargado de tensiones

Con moderadores de ABC News, el debate se realizó bajo estrictas condiciones acordadas por ambos equipos. Trump insistió en que los micrófonos fueran cerrados mientras cada candidato hablaba, evitando interrupciones. Sin embargo, la dinámica estuvo plagada de ataques personales. Harris acusó a Trump de ser "débil, traidor y aburrido", mientras el expresidente respondió calificando a su oponente como una "candidata inepta".

Falta de propuestas claras

Ambos candidatos se atacaron por la falta de un plan concreto para el futuro de Estados Unidos. Harris acusó a Trump de favorecer a los ricos con sus propuestas de reducción de impuestos, mientras que Trump señaló que Harris seguiría las mismas políticas que llevaron al país a la "mayor tasa de inflación" bajo Joe Biden. Sin embargo, los analistas de ABC News rápidamente desafiaron esta afirmación.

La sombra de los casos judiciales de Trump

Trump aprovechó el espacio para denunciar una "persecución política" en su contra, acusando a la administración Biden de usar el Departamento de Justicia como una herramienta contra él. Harris, en cambio, advirtió que un regreso de Trump al poder podría frenar las investigaciones judiciales que pesan sobre él.

Ucrania y la política internacional

La guerra en Ucrania fue uno de los temas más esperados. Harris afirmó que Trump abandonaría a Ucrania en manos de Rusia, mientras que el expresidente aseguró que resolvería el conflicto en 24 horas, aludiendo a sus relaciones con Putin y Zelenski. Ambos candidatos dieron posturas marcadamente diferentes respecto a la OTAN y la relación de Estados Unidos con sus aliados europeos.

Posturas divergentes sobre Israel y el aborto

En cuanto a Israel, ambos candidatos compitieron por mostrar quién es más pro-israelí. Trump acusó a Harris de odiar a Israel, mientras que ella defendió su apoyo a una solución de dos estados y a la seguridad del país. Respecto al aborto, Harris criticó a Trump por su papel en la derogación de Roe v. Wade, mientras que él abogó por dar a los estados más poder de decisión sobre esta cuestión.

Un debate que dejó más preguntas que respuestas

En última instancia, el debate entre Trump y Harris dejó a muchos estadounidenses preguntándose cuáles son las soluciones concretas que cada candidato propone para enfrentar los desafíos que enfrenta el país. Con acusaciones cruzadas y ataques personales a lo largo de la noche, las propuestas de gobierno quedaron en segundo plano, mientras el público sigue esperando respuestas claras para el futuro de Estados Unidos.