"No escuchamos nada", declararon los compañeros de los rugbiers franceses acusados de abuso sexual

Luego que la defensa de los rugbiers franceses denunciados por abuso sexual ofreciera que los compañeros de la Selección de Francia declararan como testigos en la causa, este miércoles dos de ellos se presentaron ante el fiscal Darío Nora y defendieron a los acusados. "Son inocentes", manifestaron.

Los rugbiers franceses Hugo Auradou (20) y Oscar Jegou (21), integrantes de la selección gala que jugó en Mendoza fueron imputados por abuso sexual con acceso carnal agravado en perjuicio de una mujer de 39 años y quedaron detenidos por orden de la Unidad Fiscal de Delitos Sexuales.

Durante la madrugada del 7 de julio en el hotel Diplomatic, los compañeros aseguraron que no escucharon nada inusual: ni gritos, ni golpes, ni llantos.

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A través de una conexión a distancia por videoconferencia con la plataforma Zoom, ya que los dos compañeros se encuentran en Europa, destacaron que no existe una relación de amistad previa con los acusados y que, en las tres semanas que compartieron, los consideraron "buenos chicos, respetuosos, educados y buenas personas".

La audiencia contó con la presencia de traductores para facilitar la comunicación entre los testigos y los fiscales.

La defensa también busca aferrarse al argumento del sonido para proteger a los jugadores franceses, solicitando una prueba de acústica para confirmar si las paredes que dividen las habitaciones son de durlock, un material que podría conducir el sonido con facilidad.

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Hace dos semanas, la fiscalía dictó una orden de prisión domiciliaria para los dos jugadores franceses, Hugo Auradou y Oscar Jegou, que fueron condenados a cumplir su detención en libertad bajo caución. Los deportistas tuvieron que pagar un total de 10 millones como garantía para su libertad.

Además, la Justicia emitió una orden de prohibición de acercamiento a la víctima, lo que implica que los dos jugadores no pueden aproximarse a ella en un radio determinado. Además, se mantiene la orden de captura internacional para garantizar su comparecencia en el proceso judicial.