Pese a la falta de vacantes, el GCBA insiste en demoler un antiguo colegio para construir más torres

El Colegio Santa Rosa, está ubicado en la calle Rosario al 600 de ese barrio porteño, fue fundado en 1901 y funcionó hasta el año 2012. Desde entonces los vecinos de la zona piden que el edificio histórico sea reconvertido en escuela pública y estiman que podría albergar a alrededor de 1000 alumnos, teniendo en cuenta la alarmante faltante de vacantes en el barrio y en la ciudad, pero el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta insiste en demolerlo para construir torres de lujo y comercios.

En la legislatura porteña, al menos una parte, se hicieron eco del reclamo y por esta razón el diputado Javier Andrade, vicepresidente del bloque del Frente de todos (FdT) presentó un proyecto de expropiación.

En el artículo 1° del proyecto dice: "Declárase de utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble sito en la calle Rosario N° 638 esquina San Irineo 102/154, de la sección 40, manzana 057, parcela 005, ubicado en el barrio de Caballito, Comuna 6, de la Ciudad de Buenos Aires, donde funcionara el colegio católico denominado Santa Rosa".

Gustavo Torchinsky, integrante del colectivo vecinal S.O.S. Caballito, declaró ante el matutino Tiempo Argentino que "Obviamente el gobierno de la ciudad dice que no tiene plata y que no va a hacer nada con eso y lo está dejando caer. Lo que nosotros exigimos, queremos y solicitamos es que tome nota del reclamo vecinal y que haga una escuela primaria, secundaria y un jardín".

La intención del ejecutivo porteño es demoler el edificio histórico y en su lugar levantar varias torres. Desde el 2016 los vecinos y vecinas resisten la demolición del ex colegio Santa Rosa. En 2017, el gobierno gastó más de 43 millones de pesos para cementar los alrededores del edificio, colocar canteros y dejar preparada la zona para la inminente demolición y posterior construcción de las torres. Todo esto consta en La Licitación Pública Nº 430/SIGAF/17.

La reapertura del edificio con fines educativos, ayudaría a mitigar el colapso de las secundarias del barrio, debido a que el ministerio de Educación que conduce Soledad Acuña no abre más escuelas en esta zona de la Ciudad.

El gobierno porteño, no parece tener intenciones de darle una utilidad pública y mucho menos está interesado en convertirlo en una escuela, pero sí parece si parece estar decidido a demolerlo y convertirlo en más torres en un barrio ya colapsado por la construcción y por la saturación de los servicios, hasta ahora no pudo lograrlo gracias a la insistente lucha de los vecinos.